Acto 1

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—Shokugeki no Sōma—
«Nonsexual Acts of Love»

Resumen: Algunas historias inconexas que hablan de actos o gestos de cariño que van más allá de lo sexual.

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Primer acto
Usando la ropa del otro

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No era extraño cuando Yukihira Sōma llegaba tarde a casa o simplemente no llegaba, esto dependía mucho de sí se encontraba en el país o no.

Así que cuando arribó a su residencia alrededor de las 1AM después de un largo servicio en Shino's Tokyo, le sorprendió encontrar la luz de la sala encendida a nivel tenue y escuchar el bajo murmullo de la televisión que tenía y apenas usaba. Se sabía olvidadizo, pero nunca tanto para dejar ambas cosas encendidas.

Se descalzó en la entrada, dejando las llaves en el pasamanos de camino a la sala, preguntándose si su viejo se habría dejado caer allí sin avisarle, cosa que no sería de sorprender. Cuando se acercó al sofá, en lugar de encontrar la figura de su padre, encontró algo mucho mejor.

Nakiri Erina completamente rendida en el sofá mientras Gordon Ramsay gritaba a alguien en la TV. Se apoyó al borde del respaldo y la miró, no pudiendo evitar sonreír de forma leve. No recordaba que le dijera que iría a verle, pero no le molestaba en lo absoluto.

La observó, desde el corto cabello rubio hasta la punta de los pies, haciendo un poco de énfasis en el abrigo que llevaba puesto, que se le hacía vagamente conocido.

Rodeó el mueble, siguiendo en su labor de admirarla, deleitado en la expresión relajada de su rostro al dormir, apenas vista cuando estaba despierta y volvió a mirar el abrigo, cayendo en cuenta de porqué se le hacía familiar.

Era suyo. Era ese deportivo que casi siempre usó para dormir cuando estaba en Tōtsuki y que al crecer ya no le quedaba, había olvidado que siquiera lo tenía y no tenía idea de que le quedaría tan bien a ella.

No sabía nombrar con exactitud el tipo de relación que llevaban a estás alturas pero el calor que se extendió por su pecho al percatarse que llevaba una prenda suya, algo tenía que decirle.

Estiró su mano, apartando algunos mechones de su frente con delicadeza. Pero había olvidado que Erina era en demasía sensible y pudo ver como se removía lentamente, buscando apartar el velo del sueño de sí.

—¿Yukihira? —Murmuró con suavidad, su voz baja y ronca a causa de la somnolencia, sus ojos apenas entreabiertos—. ¿Tienes mucho tiempo de haber llegado?

Sōma negó suavemente con su cabeza.

—Apenas llegué y encontré a una bella durmiente en mi sofá —respondió con diversión.

Erina arrugó su nariz mientras apretaba los labios.

Que no le respondiera con un comentario sarcástico era prueba suficiente de lo agotada que estaba.

—Vamos a la cama, ¿te parece? —preguntó suavemente mientras apagaba el televisor, su mano libre acariciando su vientre de forma relajada y cariñosa.

Erina musitó una afirmación leve mientras él le ayudaba a levantarse y, luego de apagar las luces, guiarla a la habitación.

—Me gusta tu abrigo, por cierto —murmuró, luego de cubrirla con las sábanas.

—Ugh —Erina miró de forma breve al mismo e intentó poner sus ojos en blanco pero no pudo debido al cansancio—. No tenía nada más a mano —se acomodó de lado, dándole la espalda.

—Me alegro así fuera, te queda bien —Sōma se inclinó para dejar un beso en su sien —úsalo más a menudo —dijo en un murmullo contra su oído, antes de apartarse.

Erina lo escuchó moverse por la habitación con pasos ligeros, luego la puerta del baño cerrarse con sequedad. No fue sino hasta ese momento que dejó escapar el aire que había estado conteniendo sin notarlo.

“Estúpido Yukihira…” pensó, arrebujándose bajo las sábanas, mientras la punta de sus orejas estaban calientes.

—Fin—

¡Hola, hola! No he muerto, pero tampoco he estado de parranda (?, okey, bueno, quizá un poquito, hahaha. Solo diré que la vida pasa y pues, tampoco que haya tenido muchos ánimos de escribir sobre absolutamente nada en el último tiempo (aunque tengo borradores que eso no tiene nombre).

Tal como la entrega anterior (me parece), esta será una pequeña colección de historias no relacionadas entre sí que intentan reflejar la cotidianidad de una relación y los gestos de cariño que existen en esta (que no necesariamente deben llevar a algo sexual pues).

Esto ya tiene tiempo que mis borradores y quería desde hace tiempo publicarlo, pero de algún modo, no encontraba fuerzas siquiera para corregirlo y bueno, hoy ha sido el día.

Aunque ha pasado algo de tiempo desde lo último que publique, espero este pequeño trabajo sea de su agrado y le reciban con cariño, un abrazo.

¡Ja ne~!

Inicio: 24-10-2019
Concluido: 20-11-2019
Corregido: 29/08/2021

Nonsexual Acts of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora