CAP 6

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(La infancia de T/Y, donde todo comenzó)

Era una familia como cualquier otra, vivían en un lugar de Latinoamérica: padre, madre y su hija. Sin embargo, esta familia tenía problemas, como cualquier persona. Todos tenemos problemas en nuestras vidas o pasados que queremos olvidar en nuestros corazones. Pero, ¿cuál fue la niñez de T/Y? ¿Por qué estaba obsesionada con saber qué es el amor?

T/Y: ¿Por qué no podemos ser una familia normal?...

La niña escuchaba de nuevo cómo sus padres peleaban.

T/Y: ... Mami... Papi... Tengo hambre.

Susurró.

T/m: ¡Te dije que dejes de apostar! ¡Tenemos que pagar la renta!

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T/m: ¡Te dije que dejes de apostar! ¡Tenemos que pagar la renta!

P/t: ¡No me hables así, pedazo de mierda! ¡Yo hago lo que se me encanta, ¿oíste?!

T/Y estaba a punto de irse, pero alguien le agarró del brazo y la alejó de la puerta.

H/t: Hola, ¿qué haces tan temprano, hermanita?

Le acaricia la cabeza dándole mimos.

La niña apretaba su vestido desgastado y le dijo a su hermano con pena.

T/Y: Es que... tengo hambre... pero si no hay nada, puedo aguantar.

(El hermano apenas tenía 9 años, tú apenas tenías 5 años.)

H/t: Ni hablar, ayer no comiste. Ven conmigo, alejémonos de los gritos, que después te agarran pesadillas.

Tu hermano te agarra tu pequeña mano, la de él era muy fría, siempre lo fue. Él era un héroe para ti, siempre estaba ahí para consolarte o darte amor cuando los padres no estaban presentes.

T/Y: Hermano... ¿a dónde me llevas?

Tu hermano se da la vuelta y te da una sonrisa inocente.

H/Y: Será sorpresa.

Tu le sonríes y lo sigues. No hace falta decirles a tus padres a dónde van, a ellos no les importa si se van y no vuelven. Pasan frente a sus padres y tú agachas la cabeza.

P/t: ¿Qué pasa!? ¿Por fin se van de mi puta vida?!

H/t: ¡CÁLLATE, viejo de mierda!

Miras cómo la mandíbula de tu hermano se contrae y su mirada es oscura. Aprieta más tu mano y salen corriendo. Dejas que él te lleve, te gusta la sensación de correr y escapar de todo, solo con tu hermano de 9 años...

Dos niños pequeños caminando en la oscuridad de la noche...

H/t: Espérame aquí, hermosa.

T/Y: Eh, ¿no me dejes...? No me gusta la oscuridad...

Apretaste su mano para que no se vaya.

Él se ríe y te da un beso en la frente.

H/t: Lo sé... Pero serán 10 segundos, oculta tus ojos, como te enseñé.

T/Y: Ok... 1... 2...

Escuchas ruidos alrededor, gritos y pelea al frente. Tiemblas porque no te gustan las peleas.

T/Y: ... Di-diez...

Con miedo, abriste los ojos y le rezas a todos los dioses que conoces que tu hermano no te haya abandonado. Lo amabas y era tu héroe, pero ¿podías confiar en él?

H/t: Tarán!!! ¡Ya estoy aquí!

T/Y: ¿Por qué te ríes? ¿Hice algo malo?

Levantas tu pequeña mano para tocarlo. A veces sientes que él es un simple sueño que va a desaparecer como una estrella... por eso tienes miedo de que al día siguiente te deje...

De repente, tu hermano te agarra la mano y te acaricia la mejilla.

Te mira con tristeza y a la vez con amor.

H/Y: No tenías que pedir ese deseo. Nunca te abandonaré, siempre te protegeré, hermanita.

Su mirada era sincera, pero sus ojos no tenían brillo. Pareciera que le sacaron el alma. Pero así era él, con ojos oscuros como la noche misma. Te suelta y te da un pedazo de torta.

T/Y: Tengo miedo...

H/Y: Oh, bueno, si tienes miedo, déjame probar yo primero, así no te pasará nada, ¿vale?

Miras a tu hermano comer la rebanada de pastel y te mira con una sonrisa llena de crema.

H/Y: Lo que te estás perdiendo. Si no quieres, me lo como todo yo.

T/Y: Ni hablar, es mi regalo.

Comes el pastel y estallas de sabor dentro de tu boca.

Te emocionas.

T/Y: ¡Qué rico!!! ¡Hermano, esto está riquísimo!

Miras a tu hermano y das otro bocado. Él deja de comer y te acaricia la cabeza.

H/Y: Come despacio o te hará mal.

Quieres comer más lento, pero no habías comido hace días, que te morías de hambre. Pero tu hermano no comía.

T/Y: Come...

Le das tu rebanada.

H/t: Yo ya estoy lleno, come tranquila.

Levanta las manos.

T/Y: Oh...

Aunque eras una niña de 5 años, no eras tonta. Te estabas dando cuenta de que él estaba más flaco y se notaban sus huesos. Él siempre te daba de comer, aunque la responsabilidad era de tus padres. Cuando no había comida, él te daba la suya como pretexto de que no tenía hambre.

APOCALIPSIS 2DA TMP. ( bakugou x pato, Kirishima x peque)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora