*El dibujo de la portada NO me pertenece, es de ellohsequel en Instagram.
*Editado por mi
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Se vuelven a ver luego de otro año escolar, el último. Pasarán otro verano juntos, que puede ser diferente esta vez?
La universidad está cerca y una curiosa...
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Todo parecía indicar que el joven de rulos se estaba comenzando a sentir incómodo. Se agarró las rodillas y comenzó a temblar.
-Lo siento Alberto, no se que me pasa.- se disculpó el menor.
-Está bien Luca, es normal. Tal vez luego se ponga peor. Mejor que vayas a descansar.- Mientras le acariciada los hombros comenzó a levantarse.
Luca se detuvo. -No! Quiero estar aquí contigo! Por lo menos esta noche. Porfavor?- las pupilas verticales del de ojos marrones se ensancharon un poco más.
Alberto lo miró, casi completamente rojo, aunque por la lluvia no se lograban ver muy bien.
El más bajo se abalanzó hacia el contrario, apretando sus brazos alrededor de su espalda.
Ya casi no tenía que ponerse de puntas para alcanzarlo. Había crecido bastante.
Ese toque fue lo último que necesito Alberto para sentir que su cuerpo hervía, y sus mejillas eran totalmente rojas.
No era que un simple abrazo significara mucho, cualquier amigo lo podría hacer. Pero era su cuerpo tan pegado a él, su necesidad de tenerlo así para siempre era mayor que el universo. El lo hacía sentir diferente. No era lo mismo como abrazar a Giulia o Ercole (de las pocas veces que se dejaba).
Deberían dormir juntos de nuevo? Eso estaba bien? Lo que sentía estaba bien?
Debido a lo pegado a su pecho que estaba, Luca pudo escuchar las palpitaciones del corazón de su amigo, cosa que lo reconfortaba bastante.
Alberto sonreía al cielo, disfrutando que el joven estaba tan cerca de él. Cerró los ojos por completo.
El solía escuchar siempre la misma música. Eran todos los días lo mismo.
Hasta que el llegó el.
El reparó su melodía rota.
Ahora escucha una sinfonía.
Una hermosa sinfonía.
Sus brazos también lo rodearon, su cabeza bajó y le dejó un beso en la frente. Muy arriesgado, pero al parecer a Luca no le molestó o no le importó.
-Esta bien, pero será tu culpa si Giulia se enoja por no decirle.- bromeó. De hecho, se preguntaba qué estaba haciendo su hermana. Si tenían suerte no mataría a Ercole.
Luca lo miró con pasión, dibujó una sonrisa en su rostro. Luego los dos se dirigieron abajo, tiendo tapados por el techo de madera, se secaron, volviendo a su forma humana.
