-Lo sé, eres malvada- respondió y yo me reí entendiendo su tono irónico

-Eres el mejor amigo del mundo- insistí.

-Lo sé.

-Sabes tengo ganas de un chocolate caliente y queso. Hace frío.- le dije.

-Ya me provocaste- sonrió de lado y nos dirigimos a un café cercano.

-¿Que se les ofrece?- pregunto la mujer al lado de la mesa- llevaba una blusa blanca y unos pantalones pegados color café, y encima de su ropa el mismo delantal blanco que todas las chicas del café llevaban puesto. Su pelo estaba recogido en un moño arriba de su cabeza y nos miraba atentamente esperando nuestro pedido con la libreta en la mano.

-Yo quiero un chocolate- dijo Sebastian y me miro para ver si yo igual, a lo cual sentí rápidamente.- 2 chocolates, y una porción de queso.- sonreí ante la idea de chocolate con queso, el siempre seguía todos mis caprichos como cuando un niño pequeño quiere un dulce y con esa carita no le puedes decir que no.

-Humm- suspire cansada- estoy exhausta, esto va a acabar conmigo, no quiero más colegio...

-Y yo que pensé que te gustaba- interrumpió Sebastian- por cierto ¿será que me puedes ayudar con el proyecto de español?

-¿Cuál?, ¿el de la exposición?

-Si- contesto.- tu eres buena tomando fotos ya sabes, hay que hacer una exposición de fotos tomadas desde diferentes ángulos con un tema en específico, lo peor es que ni siquiera tengo el tema ayúdame, soy un bruto para esto.

-Lo sé- me reí un poco y continúe- por supuesto que te ayudo, además te comprendo, este no es tu campo, lo tuyo son las matemáticas y esas tonterías. Mi tema son los animales, tomare fotos de diferentes animales que suelen estar unidos- explique- como mariposas, aves, abejas, etc. Unidos como tú y yo.

-Sabes que puedes ser bastante cursi cuando te lo propones ¿verdad Valentine?

-Lo sé, pero amo nuestra amistad, creo que no existe igual.- conteste.

- Valentine, te lo pido no continúes, creo que me darán nauseas.- hizo un ademan de querer expulsar lo de su estómago y me enoje.

-Entonces no volveré a decir nada, yo acá de buena amiga diciéndote cosas lindas y tú como un tonto, despreciando mis palabras, no gastare más saliva en ti Johnson.

-Oh por favor, sabes que lo dije jugando.- hizo una cara de tristeza a la que no pude resistirme.- por favor no te enojes- se acercó a mí- por favor- empezó a hacerme cosquillas y no pude evitar retorcerme de la risa.- por favor...- grito por última vez.

-Está bien, está bien... - dije entre risas- Dios, solo suéltame... la gente nos está mirando...

Por fin se detuvo y yo pude recomponerme- idiota- le dije.

-Igual me amas- respondió.

-Eso es lo más triste- le sonreí, y le vi con intenciones de hacerme cosquillas de nuevo así que me retracte de inmediato.

La chica llego con nuestro pedido, y lo deposito en frente de cada uno. Nos lo tomamos con gusto, mojando el queso dentro de la taza y charlando de cosas sin importancia.

-Lía deberíamos irnos, creo que va a llover.- asentí levemente y él se levantó a pagar a la caja.

-¿Vamos? - le dije y salimos del lugar hacia mi casa.

-¿Sabes que sería bueno con este frío?- le pregunte.- ver una película mientras comemos palomitas.

-Oh sí, eso sería genial.

-tengo demasiadas, cuál de todas ¿ una de terror?- pregunte- hacía un rato habíamos llegado a la casa y Sebastián estaba haciendo las palomitas mientras yo escogía la película. Mi madre estaba en casa de una amiga y se había llevado a mi hermano con ella así que la casa era solo nuestra, lo cual era genial ya que podíamos hablar de lo que quisiéramos sin pena a que luego mi querida madre nos reprendiera.

Me senté cómodamente en el sillón de la sala, mientras me arropaba con una cobija, más tarde llego Sebastián con las palomitas y dos jugos de cajita.

-¿Qué película veremos?- pregunto mientras lo destapaba.

-Anabell- conteste.

-Lía, me han dicho que es malísima, ¿de veras no tienes otra para ver?

-No podemos tomar una decisión si es buena o mala si no la vemos, tú te dejas guiar mucho por lo que dicen los demás.

-Eso no es cierto- replico.

-Ah ¿no?- el otro día no levantaste la mano en clase para responder algo que es obvio que sabias, ¿por qué no lo hiciste?

-Porque en realidad no sabía la respuesta- respondió

-No me mientas Sebastián, tú me dijiste la respuesta- fruncí el ceño mientras lo señalaba.- fue porque te dio pena de decir algo estúpido, y que los demás se burlaran de ti, eres demasiado predecible Sebastián.

-Eso no...- intento decir pero lo interrumpí.

-Ni te creas Sebastian Johnson yo he ganado esta vez- di por terminada la conversación y me acomode de nuevo en mi lugar. Tome el control del DVD y le di play a la película.

Mi mejor amigo era suprema mente inteligente, se le daban bien los números y todo lo que fuera de lógica, le iba muy bien en los exámenes aunque a la hora de hacer trabajos era algo descuidado. Estaba muy orgullosa de él, a pesar de los problemas de su anterior vida en donde todo solía salirle muy mal, ahora hasta podría ganarse una beca.

Después de un rato. Más específicamente a la mitad de la película, yo ya estaba dormida. La verdad es que estaba bastante aburrida, y aunque soy demasiado miedosa, la película no me erizaba ni los bellos de los brazos. Sebastian tenía razón, era bastante mala.

Sentí unos brazos moverme de un lado para otro bruscamente, una voz me gritaba en los oídos haciendo que me despertara totalmente asustada. Era Sebastian, y la película había terminado.

-¿qué te pasa? eres un demente.

-solo un poco querida- contestó burlón 

-solo quítate-lo aparte, y me dirigí a la cocina. Este dio un traspié pero logro estabilizarse antes de caer del sofá

-Huy si, ahora me vas a decir que la película estaba tan buena ¿qué te dormiste Valentine?- soltó, sarcásticamente.

-Sin palabras- respondí simplemente.


puntos suspensivos  #Wattys2016Where stories live. Discover now