Capítulo 2

12 1 0
                                    

Mi nueva amiga pelirroja, en la que no sabía si podía confiar aún, siguió escribiendo y apuntando cosas que veía en los libros. Los libros que observé en sus manos eran bastante peculiares, estaban forrados de cuero como si fueran muy antiguos y ninguno tenía un título claro, siempre aparecían símbolos como los de la entrada del orfanato.

Poco tiempo después, se me ocurrió que podría fingir que me acordaba de ella para conseguir algo de información sobre este lugar.
—¿Y cuánto tiempo llevas aquí? Es decir, es que hace mucho que no llevo la cuenta —mentí esperando que no sospechara de mi.
—Pues... unos cinco años, aquí dentro pasa muy rápido el tiempo —contestó después de calcular algo que parecían números con sus dedos.
—Ah bueno, bastante, ¿más o menos como yo no? —volví a preguntar disimuladamente.
—Para nada, me ganas, por tres años exactamente —dijo mirándome extrañada, creo que sabe que se me dan bien los números.

Por primera vez tuve respuestas de algo, ocho años llevaba en esa cárcel metida, pero no entendía cómo había llegado allí y menos que dijeran que llevaba ocho años cuando yo hasta hace media hora estaba apoyada en el árbol de mi jardín.
De un momento otro sonó un timbre, me asusté pensando que era la alarma de incendios pero me di cuenta que Claire guardaba sus cosas y emprendía camino hacia la salida, no sin antes mirarme como si estuviera esperando  que la siguiera.
—¿No vas a ir hoy a clase? Llevas faltando muchos días, se van a enfadar —comentó algo molesta.
—¿A clase? Si son las 7 de la tarde... -dije farfullando y levantándome de la silla. Al salir de la biblioteca observé un reloj, las once y media, apenas era por la mañana, ¿quizá había viajado en el tiempo?
Claire no paraba de mirarme, me ponía nerviosa, y en la siguiente esquina conseguí despistarla, no iba a ir a clase cuando necesitaba encontrar respuestas.

Empecé a recorrer todo el edificio principal intentando pasar desapercibida o escondiéndome cada vez que veía a una persona adulta, no me apetecía dar explicaciones y menos sin saber dónde estoy. Llegue a un pasillo bastante raro, le faltaba decoración ya que el resto de edificio parecía un museo y por la rendija de la puerta observe como dos personas vestidas de blanco, parecían enfermeros, ataban a alguien a una camilla, justo en ese momento un dolor de cabeza me invadió haciendo que miles de imágenes sacudieran mi cabeza.
En esas imágenes aparecía mi cara pero mucho más joven, con unos siete u ocho años atada a esa misma camilla, otras me hicieron verme dando clases en las mismas aulas donde despisté a Claire e incluso muchas de ellas de como fui creciendo en este lugar junto a otros niños como la pelirroja.
Era como si mi memoria empezara a fluir dando sentido a que yo estuviera aquí. Volví a observar por el agujero de la puerta, ya no había nadie, era mi oportunidad para entrar, una vez allí todo parecía sacado de una película de terror lleno de jeringuillas, sueros, utensilios extraños... me acerqué a una mesa, la más normal de todas, y pude ver un aparato con unas letras unidas a él, como un sello, DK8 conseguí leer.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 27, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ShadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora