Capítulo 8: Pijamada

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Pijamada

— Luces nerviosa. — Lexa miró a Luna por encima de su hombro, le sonrió y continúo sirviendo el café para el desayuno.

Esa mañana su ex esposa había dejado a Jane en la escuela y pasó a desayunar con ella como habían arreglado el día anterior.

— No te lo voy a negar. — Comenzó a hablar Lexa mientras llevaba las dos tazas hasta la mesa.

— Pero ¿Qué es lo que te preocupa?

— Será la primera vez que cuido a otra niña que no sea mi hija. Y temo que suceda algún imprevisto durante la velada, y quedar mal con la familia. No sé... —

Lexa sabía que, no era cualquier niña la que cuidaría. Sino la hija de Clarke, y temía meter la pata. Los nervios en ella eran ilógicos, pero no podían controlarlos.

— Lex, eras una madre excelente, y dudo que tengas algún problema para manejar imprevistos, además, por las veces que vi a Jasmín es una niña bastante tranquila, no creo que nada suceda, cariño. Todo marchara bien. — Alentó Luna, acariciando su mano.

— Supongo. — Lexa suspiró y le dio un sorbo a su café.

Jamás pensé que te vería tan nerviosa Lex, por algo así. Mírate la cara. — Se rio su exesposa.

Me siento una madre primeriza. Nunca he hecho esto sin ti. — Además de la tensión por cuidar a la hija de Clarke, también aquella era cierta. Lexa siempre había contado con el apoyo de Luna. — Quizás Jasmín y Jane solas sean adorables criaturas, pero no puedo decir nada con respecto a ellas dos juntas.

— Tranquila Lex, sí las niñas fueran terribles estando juntas la maestra nos hubiese informado ¿no crees? Estarás bien. Relájate por favor.

— Pues. — Lexa hizo una mueca con los labios. — Sí, quizás tengas razón.

—¿No que siempre la tengo? — Levantó una de sus cejas, buscando hacerse la importante para molestarla.

— No te pases de lista. — Lexa le sonrió. — ¿Debería preparar algún tipo de juego?

Quizás, algún salvavidas.

— ¿Salvavidas?

— Claro, algo que las entretenga si se aburren mucho, pero no creo, son pequeñas, se entretienen fácil.

—Ajam... entiendo. — Pensó unos instantes. — Gracias por el asesoramiento. No sé qué harían sin ti. — Y le tomó las manos, y las frotó con cariño. — Buscaré a Jane hoy. — Comentó, dejando atrás la otra conversación. Luna asintió. — Iremos a comprar las cosas para la cena y algunas cosas para la pijamada.

— Está bien, cariño. — Luna sonrió y luego miró su móvil. — Ya debo irme, gracias por el desayuno. —Se acercó a Lexa y la abrazo, la castaña devolvió el abrazo con mucha ternura, aquella que todavía tenía por su exmujer, y su mejor amiga de toda la infancia.

— Por favor, no dejes que coman muchos dulces ¿sí?

— No lo haré, lo prometo.

— No te creo, pero está bien. — Luna volvió a sonreírle y besó su mejilla, antes de tomar su bolso y salir de la casa de la castaña.

Lexa se refregó el rostro con ambas manos y luego dejó escapar un largo suspiro. Estaba por colapsar de nervios, no sólo por el cuidado de las niñas sino también porque esa tarde vería a Clarke. Un anhelo demasiado grande por parte de ella, tanto que la ansiedad la estaba consumiendo.

Take me back to the start [CLEXA AU]Kde žijí příběhy. Začni objevovat