Wang Yibo, una estrella en el mundo del entretenimiento, transmigró a un mundo donde no solo hay los sexos masculino y femenino sino que había un segundo sexo y son tres clases diferentes: Alpha, Beta y Omega.
El cuerpo en el que entró su alma era u...
Yibo no daría nada a nadie y lucharía para llevar a lo más alto del ranking, esa es su meta.
Y deshacerse del Señor Rígido que tiene como esposo.
…
Después de algunos días encerrado en su habitación con fines de investigación sobre su nueva vida, Yibo finalmente se dignó a sentarse a desayunar en la misa del comedor.
No por otra cosa, simplemente se sintió más hambriento y la comida que se había llevado a la habitación se había acabado.
Sentándose a un lado, ignorando al Alpha que muchos Omega y Beta matarían por solo respirar su mismo aire y estar en la misma habitación, tomó sus palillos y probó la comida.
Igual de insípida que siempre, pensó mientras dejaba sus palillos a un lado.
Y de nuevo camino hacia la cocina para tomar un bol de cereales y pensando en sí salir para familiarizarse con la ciudad mientras va por algo de comer.
La cocina estaba vacía, la amable tía beta había salido a comprar al mercado después de servir el desayuno. Yibo ya sabía dónde estaban guardados sus cereales, cuál era el armario donde estaban los boles y el cajón de las cucharas.
Sin embargo, una vez que abrió el gabinete no encontró la caja de sus cereales. Sin darle mucha importancia Yibo revisó los otros gabinetes pero seguía sin encontrar sus amados cereales.
Yibo estaba seguro que quedaba la mitad de la bolsa y no había nadie que los tomara, como la "señora" (aunque no le guste ese título, solo podía aceptarlo a regañadientes) se la casa nadie tocaría sus cosas.
Solo…
La extrañez se volvió enojó, Yibo salió con pasos rápidos con sus cejas y labios fruncidos, que solo le dio un aire de una criatura linda y enojona, sin intimidad en lo más mínimo.
El Señor Rig-, Lan Wang Ji, estaba comiendo con tranquilidad su desayuno sin molestarse en prestarle atención al enojó del niño.
"Fuiste tú" no era una pregunta, el único qué podía ordenar que retirarán sus cereales era ese hombre que lo seguía ignorando "¿No me dijiste que estaba mal desperdiciar la comida? ¿Por qué tiraste mi comida?"
El mayordomo que había llegado sabe cuándo, respondió en lugar de su Maestro, "El Maestro dijo que no era muy saludable y va en contra de los principios Lan consumir esa clase de comida, por lo que ha quedado prohibido su compra y consumo en la mansión. La cantidad restante de los cereales de la Señora fueron dados de comer a los patos y pájaros por el jardinero".
Yibo:"..."
Los grandes y expresivos ojos del pequeño Omega se entrecerraron con un brillo peligroso, "Entiendo".
Y sin decir más, volvió a subir a su habitación.
Diez minutos después alguien llamó a la gran puerta de la mansión, el mayordomo que fue a abrir volvió con una bolsa de papel de papel que desprendía un agradable olor a comida.
Antes de que nadie dejara nada, sonó un grito de "¡Es mío!" desde la planta de arriba y una mancha rosa bajó corriendo para tomar el desayuno de las manos del mayordomo.
Lan Wang Ji:"...."
Yibo le sonrió astutamente a Lan Wang Ji y subió con la cabeza orgullosamente en alto, con una penetrante mirada a sus espaldas que no arruinó su estado de ánimo en lo más mínimo.
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El autor tiene algo que decir:
Lan Wang Ji: Has roto un total de diez reglas.
Yibo: Mira como me importa mientras me como este delicioso Muffin de chocolate y beber este té de burbujas.
