ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 6

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Narra Miguel

Hoy será el día, hoy le pediré a _____ que salga conmigo, no será una cita del todo ya que irán más personas, pero por algo se empieza ¿no?.

Narra Hiro

Hoy quedé de verme con _____ en su laboratorio para aclarar algunos puntos sobre el proyecto. Los chicos me aconsejaron que la invitara a salir, pero eso sería algo muy precipitado ¿no?.

Narrador omnisciente

Eran un día cómo cualquier otro, los alumnos pasaban por los pasillos y el timbre sonaba anunciando el inicio del receso. Te encontrabas en su laboratorio tratando de analizar y hallar un solución para el problema. Hiro había quedado de ir a ayudarte, al principio te negaste, pero cómo dicen por allí "dos cabezas piensan mejor que una".

—Ay Dios mío ¿qué haré?— te preguntabas a tí misma mientras dabas vueltas de un lugar a otro jugando con un lápiz en tus dedos, esta situación te estaba estresando. Justo cuando empezabas a rendirte, llegó tu salvador, Hiro Hamada.

—¡Hiro! Ay Diosito me escuchó— te dirigiste directo al chico y le proporcionaste un corto abrazo, era una escena muy tierna por la diferencia de estatura, que por cierto era solo de 10 cm.

—Hola _____, dime ¿para qué soy bueno?— contestó el chico un poco aturdido y sonrojado por el abrazo de hace un momento.

—Mira es que tengo una duda con respecto a este punto de mi proyecto, qué la verdad me está volviendo loca— y así fue como le explicaste toda la situación, el sólo se limitó a escucharte y esperar a que terminaras.

Conforme le ibas explicando, te ibas dando cuenta que la respuesta estaba delante de tus ojos.

—ESO ES HIRO, NO TENGO QUE QUITAR EL LITIO, SÓLO LO TENGO QUE CAMBIAR DE LUGAR PARA QUE QUEDE BALANCEADO Y ASÍ PUEDA REALIZAR LA REACCIÓN— bingo, habías encontrado la respuesta.

—Ves, no necesitabas mi ayuda— sonrió el azabache.

—Claro que sí Hiro, me ayudaste a aclarar mi mente, de verdad muchas gracias— y lo miraste con unos ojos llenos de alegría, por un instante creíste que Lavoisier se decepcionaría de tí.

Ambos se quedaron viendo, Hiro se perdió en aquel castaño oscuro de tus ojos. Parecía un momento mágico, fue así hasta que tocaron la puerta. No esperabas visitas, así que solo fuiste a abrir la puerta.

—Hola _____— era Miguel, aquel chico con el que habías entablado una bonita amistad desde la demostración.

—¡Miguel!— lo saludaste con emoción y un abrazo, cosa que hizo que en la cara del Hamada menor se formara una mueca.

—Emm...me preguntaba sí te gustaría a la pista de patinaje en la tarde, claro no sólo tú y yo, irán Vannia y Ethan— dijo nervioso el moreno, el era muy seguro de sí mismo, pero cuando estaba cerca de tí todo se complicaba.

—Claro, me encanta patinar— no pudiste evitar sonreír enormemente, era cierto, te encantaba patinar.

—¡Genial! ¿te parece sí nos vemos todos a las 3:30 pm afueras de la facultad de música, para irnos todos juntos?— propuso el chico de origen mexicano con una amplía sonrisa en su rostro.

—Me parece perfecto Miguel, en cualquier caso tienes mi número por si no llego a tiempo— sonreiste.

—Sí jeje, bueno nos vemos al rato _____— se despidió el Rivera alejándose del lugar agitando su mano a lo cual tu también lo hiciste.

Hiro que había estado observando todo lo que sucedió, se sentía fatal.

Narra Hiro

¡¿ESE CHICO INVITÓ A SALIR A _____?! No puedo creerlo. Y ¡¿CÓMO ES QUE TENÍA SU NÚMERO DE TELÉFONO?!.

ᴇꜱᴛᴏ ᴇꜱ ʟᴀ ɢᴜᴇʀʀᴀ┇ᴍɪɢᴜᴇʟ ʀɪᴠᴇʀᴀ x ᴛᴜ/ʜɪʀᴏ ʜᴀᴍᴀᴅᴀ x ᴛᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora