Fugitiva [+18]

Capítulo 6

Suelta un suspiro sonoro y me dice – sé que esto es muy difícil, vas a vivir muchas cosas, si te quedas o te vas da lo mismo porque igual vas a correr peligro, pero tienes que ser fuerte por ti y por tus padres. No puedes demostrarte débil ante nadie, eres una chica muy fuerte y espero que sepas llevar esto, aunque sea muy loco todo esto para ti. Recuerda que primero tú y luego el resto del mundo. Has eso que siempre hacías de niña ¿recuerdas?, eso de tener una máscara para que no supieran cuando querías llorar, estabas triste o lo que sea, solo demuestra tu felicidad, tu fuerza, enojo, valentía, poder, inteligencia. Saca a relucir esa mujer decidida, con poder, orgullosa, feliz, si lo necesitas, saca a la luz todo lo que siempre fuiste y nunca dijiste, pero más que nada, nunca – me tomo de la barbilla para que la mirara a los ojos – nunca, muestres debilidad ¿me oyes? De la debilidad se alimentan los que te dañan, si te muestras como un tempano de hielo nunca hallarán la manera de joderte a ti y a los tuyos ¿entendido?

- Lo entiendo Amanda, muchas gracias, por todo, por apoyarme y estar siempre conmigo – le respondí dándole un abrazo que me reconforto un poco

- No es nada mi niña sabes que te quiero mucho y siempre que quieras hablar acá estoy como tu nana y compañera.

Dicho eso salió de la habitación y comí una manzana que me trajo, el vaso de agua y decidí tomarme una ducha para relajar mis músculos, sin más me quité el pijama que tenía y entre a la ducha, después de quince minutos ya estaba lista para dormir.

Me acosté, pero no podía dormirme pensando en todo, dos horas después ya estaba en los brazos de Morfeo.

***

Me desperté a las 7:30 de la mañana, pero seguí acostada un poco más, el cansancio de la presentación y mi agotamiento mental me estaban pasando factura, así que me acomode mejor en mí cama, pero tocaron la puerta y sin esperar respuesta alguna, mi madre y su reluciente sonrisa – aunque se notaba tensa y un poco forzada, pero lo deje pasar por alto – ya estaba dentro de mi habitación.

- Buenos días cariño, perdón, pero a las 8:00 comienzas con el entrenamiento, no llegues tarde, tienes mucho que aprender y el tiempo es oro – no me dejo responder porque se dio media vuelta y salió de mi habitación nuevamente.

Me dispuse a levantarme de la cama e iniciar mi día, de mala manera, pero lo hago - lo que cuenta es que haga lo que tengo que hacer ¿no? le pregunto a mi conciencia.

Ya que no tengo otra opción y si lo pienso bien estoy corriendo peligro, me dispongo arreglarme para mi dichoso entrenamiento. Me quite el pijama que tenía puesta, entre a la ducha, abrí el agua fría, eso quito toda pizca de sueño que aún tenía mi sistema, relajo mis músculos, ya bañada coloque la toalla alrededor de mi cuerpo, salí del baño y aplique crema en mi.

Me puse un conjunto de licra color lila, tenis nike, me recogí el cabello en una coleta alta, aplique crema en mi rostro y estoy lista. Bajo a la cocina donde encuentro a Amanda alistando todo para el desayuno.

- Hola Amanda – le digo con una sonrisa en mi rostro

- Hola querida, ¿Cómo te sientes?

- Ya estoy mucho mejor, gracias

- Me alegro, ¿se te ofrece algo?

- Vine por una botella de agua y una manzana nada más, tengo entrenamiento con el orangután de ayer – dije agarrando lo que quería y escuché su risa – muchas gracias, ya nos vemos.

No espere su respuesta y salí de la cocina y me dirigí a buscar a mi papá que está en su despacho, suponiendo que este ahí. Camine hasta llegar a la puerta, toque y entre después de escuchar un "pase" por su parte.