Capítulo 15🌸

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—Es mejor que suban a ducharse y después descansen, ya hablaremos mañana de lo que pasó hoy, ¿De acuerdo? —la voz del Pater Tempus se escuchaba cansada, sin embargo, no había hostilidad en ella, por lo que las portadoras solo asintieron en respuesta—. Matthew, lleva a Amy a su habitación, enviaré a Aine y a Caeli para que le ayuden a bañarse y a vestirse —ordenó el de mirada aceitunada y el gardyan de cabellos castaños asintió, para después ponerse en marcha hacia la habitación de su draer, con ella en brazos—; Derek, encárgate de Samantha y sus heridas, por favor —el pelinegro asintió e ignorando las pequeñas quejas de su draer, la llevó consigo escalera arriba—. ¿Ustedes dos se encuentran bien? —preguntó el rubio hacia las dos mujeres que todavía quedaban en el recibidor.

Elizabeth y Kristen se miraron mutuamente, para después dejar escapar un suspiro.

—Sí, a comparación de Amy y Sam, nosotras somos las menos heridas —respondió la de mirada ámbar.

—¿Amy va a estar bien? —preguntó Kristen con su ceño ligeramente fruncido debido a la preocupación.

—Estará bien, solo necesita reposo para recuperar su energía gastada —respondió el mayor logrando tranquilizar la preocupación de la mitad cabellos rubios—. Vayan a descansar, chicas —instó James—. Y recuerden, cualquier cosa que necesiten pueden llamar a sus guardianes o incluso a mí, ¿De acuerdo? —ambas asintieron y se dispusieron a subir los peldaños de la escalera.

—Te acompaño, Kriss —la de mirada rosada asintió y dejó que Anthony caminara a su lado.

En el corto camino hacia su habitación Kristen trató de mantenerse fuerte para evitar preocupar al castaño a su lado, pero lo cierto era que su mente se encontraba repitiendo todo lo que había pasado con aquellos hombres.

—¿Kriss? —la voz de Anthony le llamó la atención, por lo que su mirada se dirigió a él y pudo darse cuenta de que ya se encontraban frente a la puerta que correspondía a su habitación—. ¿Estás bien? —le preguntó él, a lo que ella no respondió de inmediato.

¿Estaba bien? No. No lo estaba, su mente era un caos y apenas podía controlar el temblor de sus manos.

Sin embargo, no podía responder aquello y hacer que Anthony se preocupara más.

—S-Solo necesito descansar, Anthony —respondió, mientras procuraba poner una sonrisa—. Estaré bien, no te preocupes —agregó con rapidez al ver que el castaño fruncía el ceño e inmediatamente se giró para abrir la puerta de su habitación—. Gracias...por protegerme hoy —soltó en apenas un susurro, ni siquiera estuvo segura de si él escuchó lo que dijo, pero aun así se apresuró a entrar en su habitación y cerrar la puerta tras de sí.

Con la espalda recargada en la madera, escuchó como lentamente los pasos de Anthony se fueron alejando por el pasillo, hasta que el silencio predominó es que ella dejó de retener la respiración y se deslizó hacia abajo, dejando que todos sus sentimientos se apoderaran de ella.

Las cuatro estaciones: La leyenda (Bilogía #CuatroEstaciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora