t r e i n t a y t r e s

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—¿Estás bromeando? ¡Claro que sigue en pie! —rio tiernamente—. ¿Ya hablaste con ellos al respecto?

—Lo haré en un rato—YoonOh asintió—. ¿Te envío los horarios cuando los tenga?

—Los espero.

—Bien, nos vemos después.

—Nos vemos.

TaeYong colgó la llamada luego de que su novio le respondiera y sintió una sensación de calidez en su pecho.

TaeYong estaba muy nervioso y no solo por el hecho de que tomaría clases luego de casi seis años, si no que le preocupaba que sus niños le dieran problemas a YoonOh. Habían acordado que los cuidaría en casa, ya que cuando se lo mencionó a su hermana, esta, emocionada dijo que podría ayudarlo.

—Pórtense bien, por favor—se inclinó para quedar a su altura y acarició sus rostros—. Obedezcan a YoonOh y a SooJung, por favor—pidió e hizo un mohín con sus labios para que sus pequeños acercaran sus mejillas y así darles un beso sonoro—. ¿Se van a portar bien? —el par de niños asintió con una gran sonrisa.

—Te voy a extrañar, papi—Jeno hizo un tierno puchero y TaeYong juraba que podría llorar en cualquier segundo.

—Yo también, papá, pero diviértete—esbozó una sonrisa y tomó la manita de su hermano para jalarlo hacia atrás.

YoonOh sonrió con ternura y tomó la mano del mayor para llevarla a sus labios y depositar un dulce beso.

—Estarán bien, te lo prometo—sonrió mostrándole sus hoyuelos y apretó un poco su mano—. Nos vemos más tarde—besó su mejilla y se separó de él. Esperó a que entrara para llevar a los niños hasta el auto y luego a su casa.

Al entrar a la casa, SooJung ya estaba esperándolos con tazones llenos de deliciosa fruta. Les sonrió y los invitó a tomar asiento en el sofá.

—¿Quieren ver una película? ¿Dibujar? ¿Jugar?

—¡Dibujar! —exclamó el menor de los hermanos.

—Oh, ya veo que les gusta dibujar.

—A Jun le gusta mucho—sonrió orgulloso y su hermano lo miró de reojo.

—Dibujemos entonces—se encogió de hombros con una sonrisa tierna y subió a su habitación en busca de hojas, colores, tijeras, pegamento y todo lo que fuera necesario para hacer alguna que otra obra de arte.

No había escena más tierna que ver a los pequeños dibujar mientras comían los trozos de sandía y la masticaban con un gesto tierno.

Jeno dobló una hoja a la mitad y dibujó un par de muñequitos; uno grande y uno pequeño. Le pidió a su hermano que los recortara tal como estaban marcados y al desdoblarlo estaban los cuatro muñequitos tomados de la mano. Los coloreó y los levantó para resumirlos.

—Mira, papi—levantó las figuras hacia YoonOh—. Somos nosotros—sonrió resplandeciente—. Este es papi—señaló al primer muñequito grande de cabello negro y con un puntito rosa debajo de su ojo derecho—, el de a lado es Jun—señaló el único muñequito con cejas—, este soy yo—sonrió señalando al pequeño pelinegro que tenía un lunar debajo de su ojo y por último, al que tenía dos puntitos en las mejillas que simulaban los hoyuelos del mayor— y este eres tú.

SooJung no pudo evitar soltar un gritito de emoción combinado con ternura y aplaudió bajito.

—Que guapos nos vemos—rio tiernamente y el menor dobló el dibujo para dárselo—. ¿Te lo guardo?

Bizarre [JaeYong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora