Bizarre [JaeYong]

t r e i n t a y t r e s

—TaeYong, te presento a mi novio...

—Ya nos conocíamos, preciosa—su novia lo miró confundido—. Te mencioné que SeHun era colega del mejor amigo de TaeYong y nos vimos en varias ocasiones—estrechó su mano con la del mayor—. Un placer verte de nuevo, TaeYong. También es un placer verlos a ustedes—se inclinó quedando a la altura de los pequeños. Jeno lo saludó alegremente y XiaoJun se limitó a sonreír de lado, lo cual lo confundió un poco, ya que se llevaba bien con ellos.

—Vayan a lavar sus manos. Ya casi están listos—YunHo intervino.

YoonOh les pidió a los Lee que lo siguieran hasta el baño y levantó a Jeno para que alcanzara el dispensador de jabón. Mientras los pequeños lavaban sus manos, él se acercó a su novio y rodeó su cintura.

—¿Te sientes cómodo? —preguntó bajito.

—Claro. Tú familia es muy linda—el castaño asintió y se inclinó un poco para besar su mejilla, y aunque fuera un simple beso, TaeYong se sentía como en las nubes.

En cuanto se sentaron en el comedor, SooJung fue tan gentil de servirles un panqueque a cada uno de los pequeños y de acercarles las cosas para que se los prepararan. Esperó pacientemente a que los niños terminaran para pasarle las cosas a TaeYong y a su hermano.

Estaban en un ameno silencio hasta que YunHo les preguntó a los pequeños como habían estado. XiaoJun se limitó a contestar un gentil "bien, gracias", en cambio Jeno respondió con emoción contándole lo de sus clases de taekwondo y lo de su obra.

—¿Les gustaron los panqueques? —preguntó YunHo comenzando a recoger los platos.

—Estaban muy ricos, abue—Jeno sonrió de oreja a oreja y dejó a todos atónitos.

—Je-Jeno—su padre llamó su atención con el rostro cubierto de un rojo intenso.

—Está bien—el mayor rio—. Es bueno que tenga mucha confianza—revolvió el cabello del pequeño—. ¿Por qué no vemos una película? —los pequeños asintieron con una sonrisa, pero la respuesta de su padre los hizo hacer un puchero.

—Me encantaría quedarme, pero los niños tienen escuela mañana—hizo una mueca.

—¿Qué te parece el fin de semana?

—Sí, muchas gracias—se puso de pie e hizo una pequeña reverencia hacia el mayor de los Jung.

YoonOh se levantó enseguida y esperó a que se despidieran para acompañarlos hasta su auto. Los pequeños entraron y cuando el pelinegro cerró la puerta, él se acercó.

—¿Si viste lo linda que se veía la escuela de repostería?

TaeYong rodó los ojos con diversión.

—¿Seguirás con eso? —el menor asintió—. Aunque quisiera, no puedo.

—¿Por?

—Porque Jeno tiene sus clases...

—Los maestros dijeron que no es necesario que los padres estén ahí.

—Pero XiaoJun... —musitó.

—Yo puedo cuidarlo.

—No podría pedírtelo.

—No lo estás haciendo porque yo me estoy ofreciendo. De verdad yo no tengo problema con cuidarlo. Podríamos quedarnos en la escuela de Jeno, ir a un parque cerca o esperarlos en casa.

—¿En la mía?

—O en la mía—se encogió de hombros—. Si no confías en que puedo hacerlo, SooJung puede ayudarme. Ya viste que se llevan bien.