Bizarre [JaeYong]

t r e i n t a y t r e s

—Le están gritando—susurró molesto cerca del oído de su novio y tensó su mandíbula. 

YoonOh no pudo evitar reír, ya que sí, admitía que los maestros estaban usando un tono  un poco alto, pero para nada estaban gritando.

—Calma... —llevó su mano a la rodilla del mayor y le dio un pequeño apretón.

TaeYong no puedo evitar sentir un escalofrío recorriendo su columna y asintió tratando de verse tranquilo. 

—Ya me aburrí—Jun dejó caer su cabeza en el regazo de su padre y TaeYong acarició su cabello susurrándole que faltaba poco para que la clase terminara—. Está bien—hizo un puchero pronunciado y se incorporó.

No solo a XiaoJun le estaba pareciendo eterna la clase, Jeno estaba cansado en demasía y TaeYong ya no soportaba ver a su hijo respirando como si su vida le fuera en ello y con la cara roja cubierta en sudor. Cuando la clase al fin terminó, Jeno se acercó a ellos con una sonrisa cansada y le pidió ayuda a su papi TaeYong para cambiarse. 

YoonOh quería comenzar una conversación con XiaoJun porque, además de que era incómodo quedarse solo con él, quería acercarse más al chino. Pasaron poco más de cinco minutos y se sintió tan bobo de no poder pronunciar palabra alguna en ese tiempo. Salieron de la escuela y caminaron hasta el auto del mayor.

—¿Qué querías decirme? —preguntó el mayor luego de ayudar a subir a sus hijos al auto.

—Lo olvidé—mintió con una sonrisa—. ¿Quieren ir a cenar?

—¿Ahora? —el castaño asintió—. Sí, ¿a dónde? 

—¿A mi casa? —se encogió de hombros. Según recordaba, su padre estaría en el hospital, su cuñado nunca se quedaba mucho tiempo y su hermano casi siempre estaba con sus amigos, así que, aunque estuviera su hermana, estarían tranquilos y les prepararía una rica cena.

—Está bien, vamos.

—Traje mi auto—torció una sonrisa.

—Te sigo—sonrió y rodeó su auto para subir. Se giró y les dijo a sus pequeños a donde irían a cenar. 

—¿Puedo irme con papi? —inclinó su cuerpo hacia adelante. YoonOh quien estaba asomado en la ventana del copiloto asintió y solo esperaron la aprobación de TaeYong para que Jeno bajara y tomara la mano del castaño para ir hasta su auto.

YoonOh acomodó a Jeno en el asiento trasero y luego de cerciorase de que el cinturón estuviera bien puesto. Subió al lugar del piloto y comenzó a conducir hasta su casa mientras el menor le contaba que él y sus amigos participarían en la obra de primavera como abejitas.

Llegaron a casa y YoonOh se arrepintió de invitarlos al ver el auto de su padre y el de su cuñado. Bajó del auto y luego de ayudar a Jeno, caminó hasta TaeYong, quien sostenía la mano de su hijo mayor.

—¿Es un mal momento? —YoonOh negó de inmediato—. Podemos ir a otro lado.

—No, está bien—estiró su mano libre y esperó a que TaeYong la tomara para caminar hasta la puerta de su casa. Soltó su mano para sacar sus llaves y abrir.

En cuanto entraron, un delicioso aroma a panqueques inundó sus fosas nasales. Fueron directo a la cocina y vieron a YunHo cocinando, mientras SooJung rebanaba un par de fresas y JongIn sacaba platos de la alacena.

—Hola—YoonOh saludó llamando la atención de todos—. Pensé que trabajabas esta noche...

—Cambié mi horario con el doctor Park. Hola—saludó a los Lee con una radiante sonrisa—. ¿Se quedan a cenar? —TaeYong asintió tímidamente.