Bizarre [JaeYong]

t r e i n t a y t r e s

TaeYong estaba tan feliz que un mensaje más de ese ser indeseable ya no le importaba. Podría enviar todas las rosas que quisiera y solo sentiría lástima al deshacerse de tan bellas flores, pero no se sentiría afectado por recibirlas.

Leyó el mensaje que le deseaba una linda semana y bloqueó el número tranquilamente. Buscó la conversación de su novio y aunque habló poco con él, se sintió satisfecho, ya que lo vería más tarde.

Su día en el trabajo transcurrió rápido. Al salir, pasó al supermercado para comprar algunas cosas que le hacían falta para la comida de esa tarde. Decidió solo comprar lo necesario y salir del lugar, ya que se sentía observado, aunque podrían ser solo ideas suyas.

Al llegar a casa, se asomó por la ventana para ver si alguien lo estaba siguiendo, y en efecto, solo fueron ideas suyas, ya que no había ni un alma en la calle. Comenzó a cocinar y sus pequeños entraron a la cocina para saludarlo con un beso en la mejilla.

Puso los platos en la mesa y esperó a sus pequeños, quienes habían subido a cambiarse y a dejar sus mochilas.

—¿Ya le dijiste a papi que hoy es mi primera clase, papi? —preguntó el menor de los Lee tomando su cuchara para comenzar a devorar su sopa.

—Sí, mi amor. Nos verá allá—el menor asintió con una sonrisa satisfecha—. Terminando de comer, quiero que vayan a hacer su tarea mientras yo limpio todo esto—señaló la mesa.

Los pequeños asintieron y comenzaron a comer mientras contaban lo que habían hecho en el día. Jeno había tenido una interesante plática con sus amigos acerca de la escuela de taekwondo, en la que los pequeños le habían prometido que convencerían a sus padres para que los llevaran, por otro lado, XiaoJun contó que había peleado con Hendery y Yukhei porque sus amigos estaban aferrados en que para comer cereal, debían poner primero la leche y todos sabemos que es al revés.

Terminaron de comer e hicieron lo que su padre les dijo. Fueron al estudio para hacer su tarea y en cuanto XiaoJun terminó, salió de la habitación, dejando a su hermano solo y molesto porque a él le faltaba mucho para acabar.

XiaoJun se dejó caer en el sofá boca abajo y poco a poco el sueño se apoderó de él. Durmió poco más de una hora y hubiera dormido más, de no ser por su padre que lo despertó para ir a las clases de Jeno.

—Me quiero quedar—bostezó mientras de incorporaba.

—No puedes quedarte solo, mi amor...

—Antes me dejabas quedarme solo—frunció el ceño.

"Antes de que ese loco estuviera rondándonos", pensó.

—Lo sé, mi amor, pero ya no me gusta dejarte solito—acarició su cabello—. Vamos, ¿sí?

El chino asintió a regañadientes y se levantó para seguir a su hermanito hasta el auto. TaeYong lo encendió y comenzó a conducir hasta la escuela de taekwondo, en dónde al llegar, buscó a su novio con la mirada.

YoonOh los vio llegar y agitó su mano para saludarlos. Esperó a que llegaran hasta él y los saludó correctamente.

—Hola, cariño—se acercó al mayor para besar sus labios y se alejó con un sentimiento extraño al ser visto de pies a cabeza por el mayor—. ¿Qué? ¿Qué tengo? ¿Me veo mal?

—Todo lo contrario—sonrió con nerviosismo. Entrelazó su mano con la del castaño y caminaron detrás de los pequeños hasta entrar a la escuela, en dónde TaeYong fue con su pequeño hasta el baño para ayudarlo a cambiarse, mientras XiaoJun y YoonOh tomaban asiento en silencio.

Jeno se formó a un lado de sus compañeros y puso total atención a cada indicación que daban sus maestros, quienes, según TaeYong, estaban siendo muy rudos.