𝐁𝐮𝐬𝐜𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐍𝐨𝐯𝐢𝐚 [Horokeu Usui] (PAUSADA)

3 - Reencuentro

La castaña de vestido negro daba vueltas por la habitación sin parar, siendo seguida por la mirada de su prometido, esa joven pelirrosa y el pequeño Manta, contando al Samurai.
Se sentía algo nerviosa y además quería saber cómo le fue con la primera cita.

El silencio fue interrumpido por el sonido de la puerta abrirse, captando la atención de todos los presentes ahí.
Se vio como entro aquella joven de ojos amarillos, con una muy pequeña sonrisa que suele hacer la mayoría del tiempo, prácticamente siempre. Se detuvo frente a la mayor, ambas viéndose en silencio, mientras los otros permanecían sentados observando, se sentía la tensión en el ambiente.

Creían que esto seguiría por años, hasta que la menor sonrió levemente manteniendo esa mirada tranquila con los ojos algo entrecerrados, soltando un "Hmph" en el acto. Con esa acción: Anna reaccionó dando un paso adelante y dibujando una pequeña sonrisa mientras la abrazaba con una mano, rodeando los hombros de esta y así estar a su lado.

— Al fin nos reencontramos —Dijo mirándola desviando la mirada hacia ella— has crecido y te vez más linda, ¿cómo te fue ____?

Lo curioso es que la tensión se seguía sintiendo en el ambiente. La nombrada miro por el rabillo del ojo a su hermana y suspiro cerrando los ojos.

— No se si decir lo mismo de ti, te ves igual de linda y si, me fue bien si te refieres a la cita.

La soltó y tomaron asiento mientras la pelirrosa traía para comer, todo fue bien, pues hablaban lo más normal y la tensión desapareció de un momento a otro, aliviando a los presentes.

Después de unas horas, en la parte trasera se podía ver esa misma joven, observando las estrellas. A su lado apareció quien sería el espíritu acompañante.
Esta no se había mostrado ante los demás, al menos en su apariencia original. Era como una niña bufón de estatura baja, su vestimenta tenía detalles rojos y azules, incluyendo el negro: dedos puntiagudos como garras afiladas oscuras. No tenía apariencia humana, y solo se dedicaba a hacer sonidos como gruñidos dependiendo de lo que quiera decir, ya que no tiene boca.

Inclino su cabeza a un costado mientras flotaba, captando la atención de su ama. Ella sólo sonrió asintiendo para confirmar que esta bien y no es nada malo.

— Estoy bien, solo es cansancio por el viaje y la cita —Comento mientras el espíritu parpadeaba una vez y asentia— gracias por tu preocupación.

El momento se vio interrumpido, aquel espíritu desapareció su forma original siendo ahora una bolita blanca con ojos. Quien venía no era nada más que la castaña, tomo asiento al lado de su hermanita y el espíritu decidió darles privacidad.

Ambas permanecieron en silencio, apreciando las estrellas en lo nocturno del cielo. Necesitaban esa privacidad para hablar por unos minutos y arreglar las cosas, pues aunque muestren normalidad ante los demás, muchos habrán notado el ambiente entre ellas.

— Aún...

— Si. —Respondio en seco la menor.

Lo suponía, así que suspiro y desvio la mirada hacia su hermanita, quien ahora miraba hacia el frente con su pequeña sonrisa pero sus ojos mostraban otra emoción.

— Entiendo que estes enojada, pero temía por tu seguridad, Hao era peligroso y si te perdía...

— Pero encerrarme durante un año o más en una habitación para que evite ir fue algo muy cruel, ¿no crees, Anna? —Desvío la mirada hacia esta.

Era conciente de que su hermana sufriría y no había opción. Su familia decidió que la alejarian del torneo Shaman y de Hao. Pues creían que podría empeorar las cosas, Anna solía tener pesadillas en donde su hermana moría de varias maneras, y otros familiares soñaban con la misión arruinada por su culpa. Pero por lo insistente que era la menor, no tuvieron más opción que encerrarla sin que Anna lo sepa.

— ____, yo no lo sabia hasta el final...

Justo unas semanas antes de la batalla contra Hao, se enteró y no podía volver, pues ya estaban en el torneo.