C070 - En el pasado, también fuimos ídolos escolares

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Los alfas eran gente acérrima. Se enojaron rápidamente, pero su enojo también se extinguió rápidamente.

 Ese golpe le había dolido un poco, pero no le causó mucho daño. Una vez que explicaron las cosas, dado que Xie Yu era amigo de Yan Qiu, Li Chengyan decidió no molestarse por esto. 

Pero Ji Xinglan le pidió a Li Chengyan que lo cuidara, y Li Chengyan había sido golpeado de la nada. Yan Qiu se sintió avergonzado por eso, por lo que sugirió enviar a Li Chengyan al consultorio médico.

La rodilla de Li Chengyan parecía haberse lesionado bastante. Cuando caminaba, cojeaba y, después de dar unos pocos pasos, hizo una mueca y se apoyó contra la pared.

Xie Yu podría no haber dicho nada, pero se sentía bastante culpable. Entonces, caminó inexpresivamente frente a ellos y se agachó sin decir una palabra más.

Li Chengyan inclinó la cabeza hacia el dijo y lo miró. ―Entonces... ¿me vas a cargar? 

―¿No quieres? Entonces, camina por tu cuenta.

Mientras Xie Yu hablaba, quiso ponerse de pie.

―Por supuesto que quiero. ―Li Chengyan no rechazó la oferta. Apoyó su cuerpo en la espalda de Xie Yu, y éste casi se tambalea porque era unos centímetros más alto que él.

Cuando se estabilizó, Xie Yu se levantó lentamente, y pudo sentir cómo le temblaban las rodillas. Con gran dificultad, intentó dar unos pasos hacia adelante.

Li Chengyan sentía que estaba a punto de caer con cada paso que daba.

Li Chengyan en realidad no quería que Xie Yu lo llevara al consultorio médico. Todo lo que quería era vengarse un poco y jugar una pequeña broma con él. Cuando vio esto, le pidió a Xie Yu que se detuviera. ―Si no puedes hacerlo, entonces olvídalo.

―No hay manera de que no pueda. ―Li Chengyan no esperaba que Xie Yu fuera una persona tan obstinada que insistiera en llevarle al consultorio médico. Sintiéndose resignado, sólo pudo dejar que Xie Yu lo llevara.

Yan Qiu se sintió un poco culpable de que Li Chengyan fuera golpeado por su culpa. Se dio cuenta de que era como un mal presagio. Cuando estaba junto a Ji Xinglan, Ji Xinglan se metía en problemas, y cuando estaba junto a Li Chengyan, Li Chengyan era el que tenía problemas.

―Lo siento, hermano mayor Li. Xie Yu no lo hizo a propósito. ―Yan Qiu pidió perdón en nombre de su amigo.

Pero cuando Li Chengyan lo escuchó, su mirada cuando miró a Xie Yu se volvió un poco diferente. ―¿Eres Xie Yu? 

Como Xie Yu llevaba a alguien más alto y voluminoso que él, estaba tan cansado que estaba jadeando por respirar. No tenía la energía para preocuparse por él.

―No es de extrañar por qué el Gran Hermano Ji me pidió que tuviera cuidado contigo. ―Li Chengyan negó con la cabeza repetidamente. ―No lo entendía al principio, pero ahora sí.

Xie Yu estiró el cuello con desdén, pero no pudo contenerse y lo maldijo diciendo: ―¡Aléjate de mí! ¡Deja de soplar contra mi cuello!  

―¿Qué tiene de malo? ―Li Chengyan se rió disimuladamente. Sus ojos brillaron, pero aún movió la cabeza hacia un lado.

Cuando llegaron al consultorio médico, Xie Yu estaba ya tan agotado que quería morir. Se quitó de encima a Li Chengyan y lo apoyó en la silla mientras ponía las manos en las caderas para respirar con dificultad.

El médico ya había salido del trabajo porque era de noche. Sólo quedaba la enfermera. Después de preguntar por la situación, sacó yodo del botiquín y se lo dio.

Mimosa - Nadie sabe que te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora