Mi Demonio Guardian

Ojo por ojo, Diente por diente

Capítulo 34: Ojo por ojo, Diente por diente

-En la parte norte de la cuidad-

Leviatán: es hora de destruir el norte de la ciudad –sonríe-

Mía: no lo creo...yo la protegeré

Leviatán: y tu quien eres mujer?

Mía: mi nombres?...no es importante...solo recuérdame como tu asesina

Leviatán: -crea su bat- eso ya lo veremos

Mía: -crea una espada doble- prometo no hacerte sufrir mucho

Los dos se pone en pose ce combate listos para pelear

Leviatán se movió a una gran velocidad poniéndose atrás de Mía, este alzo su bat y estaba a punto de volarle la cabeza pero en eso con la espada doble le corta el brazo con el que sostenía el bat

Mía: nunca subestimes el poder de una mujer, maldito bastardo

Leviatán: ja crees que esto es una herida? –se regenera con oscuridad- esto no es nada

Mía: ja a si que sabes la técnica de regeneración, esto será interesante

Leviatán: eso ya lo veremos

Leviatán crea una onda de oscuridad pero Mía con su espada la parte a la mitad, pero en eso Leviatán conecta un golpe con su bate a Mía clavándole algunos picos en el brazo,

Leviatán: jaja, me divertiré un poco más, hasta que mueras

Pero en eso Mía le tira un golpe en la cabeza que lo hace chocar contra el piso

Mía: ya te dije que no debes subestimar a una mujer

Leviatán: Hija de...

Antes de que digiera algo Leviatán recibe una patada en el estómago y Mía lo agarra del pelo

Mía: que ibas a decir?

Leviatán: que eres una maldita hija de...-Mía lo patea- creo que ya es suficiente –la golpea en el estómago-

Mía: -escupe sangre- hijo de –le da otro golpe-

Leviatán: no quiero que me toques –le clava su bat en el estómago-

Deuz: Mía!

Deuz intenta cortar a Leviatán pero este lo esquiva pero Gabriel lo sostiene y Deuz le clava la espada en el pecho

Leviatán: -escupe sangre- tal parece que-que hasta aquí llegue –es consumido por la oscuridad-

Mía: *creo que...moriré...que es eso* -una vos le habla- *una voz...se parece a la...a la de...Deuz* -abre los ojos-

Deuz: Mía, -sonríe- que bien despertaste

Mía: -sonríe y salta a abrazar a Deuz- Deuz! Pensé que iba a morir pero tu llegaste a mi rescate

Deuz: si bueno, -la aleja- Sacro ya curo tus heridas a sí que estas bien

Mia: bueno está bien –sonríe-

Deuz: *debo cumplir...la promesa que le hice a Dayana*

Después de eso Sacro y Deuz se dirigieron a casa

Sacro: así que...dos arcángeles fueron derrotados?

Deuz: a si es...tanto Uriel como Miguel, pero también derrotamos a dos pecados

Sacro: ya veo...ja, en que momento nos metimos en esta guerra –lo dice de forma sarcástica-

Deuz: no yo lo sé, pero ahora que estamos dentro...debemos ganarla

Sacro: veo que estas voy motivado, no habrá alguna razón? –lo dice de forma burlona-

Deuz: no lo sé, pero que me dices de ti, porque peleas en esta guerra, es por Susy?

Sacro: eh? Eso no es de tu incumbencia –se sonroja-

Deuz: -se ríe- jajaja, eres muy gracioso, amigo

Sacro: eh? Si...eso creo –sonríe –

-Al llegar a casa-

Dayana: qué bueno que esta vez no te hayas lastimado tanto

Deuz: eh? Si bueno

Dayana: creo que es buen momento que uses tu ropa nueva

Deuz: está bien, déjame quitarme esto –se empieza a quitar la ropa-

Dayana: eh? –Se sonroja- espera, en mi frente no, cámbiate afuera –nerviosa-

Deuz: pero este es nuestro cuarto

Dayana: eh? A cierto, entonces yo saldré –sale corriendo y azota la puerta- *es-es normal que me sienta así?*

Deuz: ya puedes pasar

Dayana: e-está bien –abre la puerta y entra-

Deuz. Que te parece está bien?

Dayana: bien...-toma una foto-

Deuz: y por qué hacer eso! –se sonroja-

Dayana: es que quiero tener un recuerdo de eso, está bien?

Deuz: eh? está bien –se sonroja-

Dayana: gracias –sonríe- te amo