Si es así, deseo que llegue pronto, antes no me daba cuenta, pero ahora soy capaz de percibir lo solitario que me he vuelto, no hay problemas durante el día, siempre haya alguien que se encuentra a mi lado, pero es durante las noches en las que la soledad esta tan presente que me atemoriza a tal grado que incluso yo comienzo a creer que nunca tendré a alguien que me ame como soy, y no por lo que soy.

- ¡P Earth!

Al oír mi nombre, cierro de golpe la libreta en la que estaba haciendo un bosquejo general de la siguiente trama en la que me centrare a partir del mes que viene, debido a lo aclamados que son mis libros, debo escribir seis al año, tomando un mes de descanso entre cada uno, aunque hay ocasiones, como en este momento, que no respeto mucho mi ociosidad.

- ¡P Earth!

Solté un suspiro y centré mi mirada en Love, mi asistente personal, que llegaba con una bolsa llena de cartas de mis admiradores y en la otra mano traía mi periódico, eso significaba que era el tiempo en que debía salir de mi habitación y tomar un poco de aire fresco en el jardín.

- Sé que no te gusta que te interrumpamos cuando vas a lalalandia – una pequeña sonrisa se marcó en sus labios – Solo quería recordarte de la entrevista que tienes hoy a las cinco...

¡OH! Habia olvidado la entrevista, no suelo ser una persona que aparezca mucho en los medios de comunicación, a pesar de que me envían invitaciones muy seguido suelo ignorarlas, y tal vez si no fuera porque el entrevistador de esta ocasión sabe manejar muy bien el tipo de preguntas que realizara y respeta hasta qué punto debe tocar, no la haría.

La primera vez que supe algo de ese hombre fue al leer una breve entrevista que le realizaron a un fotógrafo famoso que tuvo orígenes muy humildes, cualquier otra persona le hubiera explotado para sacar trapos sucios, pero el no, él se decido a interrogarles sobre lo que el otro le comentaba por voluntad propia, así que cuando me llego su petición no lo dude y le respondí que sí.

Debió haberse mostrado en mi rostro la emoción que sentía de conocerlo en persona porque oí que Love estaba riéndose, sé que mis mejillas tomaron un color carmesí ya que las sentía arder, por lo que desvié mi mirada hacia otro lado.

- No es malo que te interés en alguien – me dio un apretón en el hombre y yo solo fingí demencia, eso le hizo reír aún más – Relájate P, todo saldrá bien...

Deposito mi correspondencia en el escritorio y diciéndome que cuando fuera el momento de salir vendría por mí y se retiró, soltando un suspiro me puse de pie, agarre el periódico y me encamine hacia el jardín que estaba conectado desde mi habitación por unos ventanales de vidrio, haciendo que el trayecto fuera más placentero y cortó.

Y como ya lo esperaba, P Puimek estaba ya ocupando una silla en nuestra mesa del jardín, estaba muy ocupada escribiendo alocadamente en su celular, como sabía que si la interrumpía su coraje iría contra mí, decidí tomar mi lugar en silencio y en lo que la esperaba iba a comenzar a leer las noticias.

¿He mencionado antes que nunca, pero nunca estoy solo?

Sé que soy afortunado en tener a tantas personas velando por mi bienestar, aunque hay ocasiones en que es demasiado frustrante que los únicos momentos en que podía respirar tranquilamente es cuando estaba en el baño o cuando me duchaba, si no, en donde quiera que me encontrara en mi casa, alguien estaba a mi lado.

Esa es la ventaja de ser escritor, que puedo trabajar desde la comodidad de mi casa, ya que no soy amante de pasar el rato en el mundo exterior, prefiero permanecer en un sitio en donde no tenga presiones, y en donde si necesito algo puedo conseguirlo con facilidad, ya que compre una gran residencia en donde todos los que colaboran conmigo están bajo mi mismo techo, así localizarlos es muy sencillo.

- ¿Puedes creerlo? – me pregunto ella lanzando su celular al otro lado de la mesa - ¡Han pedido que salgas en televisión y lo dicen como si deberías estar honrado de que pensaran en ti como invitado, ja!

Arrugue la nariz ante el comentario, como mi representante, P Puimek sabia perfectamente mi fobia antes los medios de comunicación y jamás me obligaba a aparecer en ellos, cuando era revistas o periódicos me preguntaba si quería hacerlo, pero cuando el asunto tenía que ver con la pantalla chica, no era necesario, sabía que no lo haría.

- Ya se – me dijo en tono de seguridad - ¡No dejare que esos bastardos intenten chantajearnos!

Sin esperar a que pudiera siquiera preguntarle acerca de lo que haría contra ellos, ya se habia marchado, parpadee un par de veces y me quede contemplando la puerta, no faltaba mucho para que alguno de los otros ocupara su lugar como mi sombra.

Ante mi apareció una bandeja con dos tazas de té humeantes y una canastilla llena de panquesitos de nuez, sonreí ante la vista, adoraba una buena bebida caliente con el postre indicado, y Khaotung, mi hermanito, lo sabía, por eso los habia preparado.

- ¿Emocionado? – inquirió con su típica sonrisa, amaba el aura de tranquilidad que emanaba, yo asentí con la cabeza y él también lo hizo - ¿Has preparado algo ya?

Le hizo un gesto con la mano para que me esperara, me puse de pie y me dirigí de nuevo a mi habitación, del escritorio tome un sobre amarillo y regrese a su lado, se lo extendí y él lo tomo, saco las hojas y se dispuso a leer el contenido.

El hecho que estuviera con una expresión seria me ponía más nervioso de lo que estaba, tome un pastelito y comenzó a jugar con él, le quite las nueces y después lo despedace lentamente, alce la vista cuando percibí que mi hermano me miraba fijamente.

Aquí viene lo difícil...

- ¿Estás seguro de que esto es lo que quieres que el escriba? – su tono de voz delataba cierta desconfianza en si debía dejarme hacerlo o impedírmelo, yo asentí con la cabeza tratando de mostrarme seguro – P Earth, sabes que te amo, ¿verdad?

Esas simples palabras me hicieron perder el equilibrio, por supuesto que yo sabía que Khaotung me amaba, era mi hermano, el era la poca familia que tenía en el planeta, yo daría mi vida por el si fuera necesario y sabía que el haría lo mismo por mí, de hecho, ya lo estaba haciendo.

- Estoy preocupado, P – confeso con la mirada baja – No sé qué harían papa y mama en mi lugar si aún estuvieran aquí...

Mis ojos se llenaron de lágrimas al recordar a mis padres, los cuales me habían sido arrebatados en un cruel accidente, en donde yo también estuve a punto de perder la vida, mas no fue así, y ahora tenía otra oportunidad, aunque aún no hubiera una respuesta satisfactoria de la vida del porque la tenía.

- Pero si lo has decidió, entonces te apoyare – me tomo de la mano – Yo siempre estaré a tu lado P Earth...

Gracias...

El Arte de las PalabrasWhere stories live. Discover now