𝑼𝑵𝑶

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Nada que ver la letra de la canción pero el ritmo pega con el capitulo.

Leer solo con la canción puesta.





—Ya te he dicho que tienes que dejar el cigarrillo, no es bueno para tu salud, Kamala.— Giro mi rostro y veo a Camila, la hija de la dueña y fundadora del lugar, apoyada en el marco de la puerta.

—Y yo ya te he dicho que no lo dejare, no insistas.— Escucho como con un suspiro se agacha y toma asiento al igual que yo, espalda junto a la pared, piernas recogidas.

—Algún día tu pulmones te cobraran todo lo que te fumaste.

—Para serte sincera, es lo que menos me importa.— Giro mi cabeza y expulso todo el humo del cigarrillo en su cara para molestarla.

Ella voltea su rostro y solo puede toser, yo me rio por lo bajo.

—Maldita.— Dice entre tosidos y le respondo con un guiño y una sonrisa descarada.

Termino mi cigarrillo en silencio bajo la mirada atenta de Camila, se exactamente que es lo que quiere, así que le doy el permiso.

—Ya habla, tu mirada por poco y me hace un agujero en la cabeza.

Ríe antes de decirlo —¿Cómo estas?

Tomo una larga respiración antes de pensar bien lo que diré, quiero que siga así como esta, feliz, y lo que yo diga podría cambiar eso, así que pongo mi mejor sonrisa y lo digo:

—Bien, mejorando ¿Tu? ¿Cómo vas con todo esto?— Hago una señal con mi mano encerrando todo.

La sonrisa que me muestra al escuchar lo que dije hace que mi corazón se arrugue, esa sonrisa es gracias a mentiras, pero no la cambiaria por nada.

—Bien, Luke nos dejo esta mañana, me alegra que por fin haya dejado esa mierda de las drogas, Danna esta mejorando mucho también, si sigue así, dentro de poco estará fuera, y por ultimo y para cerrar este maravilloso día, tu estas mejor, ha sido un buen día, y una buena semana, no me quejo.— Me muestra sus alineados dientes en una gran sonrisa y sus ojos brillan de alegría.

—Me alegra Cam, ¿Y tu madre? Supe que sus exámenes salieron bien, me alegro en verdad.— La señora Jones, madre de Camila, y dueña del lugar, sufrió un accidente cerebrovascular hace unos meses, pero gracias a lo que sea que controle el mundo, esta mejor, mucho mejor, cosa que me alegra, ella, su hija, y su casa de rehabilitación, me han ayudado como nadie, en verdad quiero que este bien.

—Lo se, esta mucho mejor, su habla a mejorado tanto, que ya casi vuelve a su cien porciento, fueron días difíciles, pero agradezco que este hoy aquí.—Volteo mi rostro y le doy una sonrisa, esta ves, sincera, y tomo su mano, para seguido de ello levantarnos a ambas.

—Vamos, hay que cocinar algo para celebrar.

—Vamos.— Oigo su risita baja lo cual hace que mi corazón se arrugue de nuevo.

Bajamos las escaleras hasta llegar al primer piso, donde se encuentra la cocina, voy adelante, así que al entrar me giro para encarar a Camila.

⋆ 𝑭𝑼𝑬𝑹𝑨 𝑫𝑬 𝑴𝑰Où les histoires vivent. Découvrez maintenant