Estaba en mi cuarto y empezó a sonar el timbre, como de costumbre era Sofia, acosandome para que saliera.
-Hola -sonrió Sofia-. Estas preciosa Sandra.
-Tu también -le sonreí-.
Nos montamos en el coche y ahí estaba Marcos, el novio de Sofia.
-Hola Sandra -me saludó-.
-Hola -sonreí-.
Cuando llegamos a la fiesta Marcos y Sofia empezaron a besarse y yo seguí caminando, esperando encontrar a Karen o a alguien conocido.
-Espera Sandra, ¿dónde vas a estar? -preguntó Sofia.
-No se, por ahí buscando gente -dije algo confundida-.
Entré y Jordán se acercó a mi, ¿qué queria este ahora? Si ni siquiera me hablaba.
-Hola Sangra, me alegro de que hayas venido -me saludó Jordan-.
-¿Qué quieres? -pregunté-.
-Hablar contigo, ¿no puedo?
-Vamos Jordan, tu no sabes que existo -reí ironicamente- Además, no me gusta el tipo de persona que eres.
-Bueno, pues tómate cuatro chupitos e imagina que soy el chico que te gusta -sonrió picaramente-.
No se porque lo hice, pero me sentía sola y Jordan era la única compañia que tenía en ese momento, así que empecé a beber con él.
