𓂃tal vez, Soobin nunca debió ir a esa casa a entregar aquel pedido de pizza.
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҂contenido sensible, trastornos, asesinatos, etc.
҂no copias/adaptaciones.
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—Tae, entrega este pedido a la mesa cinco. —indicó el azabache.
—Enseguida.
Había estado pensando un poco desde el encuentro con esa chica. Y Soobin no era de los chicos que se interesara en alguien tan fácilmente.
De hecho, nunca se había sentido de esa forma con alguien.
Pero ver los ojos de esa chica... no sabía qué pasó. Se puso nervioso, más aún cuando la vió sonreír.
No definía lo que le inspiró esa sonrisa.
Definitivamente no lo sabría en ese momento; terror. Eso era lo que transmitía aquella sonrisa.
Sin embargo, Soobin aún no era capaz para averiguarlo. También se sintió atraído.
Atracción hacia tu infierno.
—Esa chica no deja de verte. —uno de sus compañeros, Hueningkai, se le acercó.
—¿Lo crees? —el mayor lo miró dubitativo.
Kai asintió repetidas veces.
—Luce algo extraña —ladeó la cabeza y frunció el ceño. —. Es como, ver a alguien vestida para halloween y aún falta una semana. —comentó.
—¿Lo dices por su vestido? —rió levemente Soobin.
—¡Sí! Es lindo y vaya que llama la atención pero, no lo sé, ella vestida así se ve, uhm, ¿atemorizante? —opinó.
—No juzgues a las personas Huening. —le reprimió.
—Lo siento hyung —soltó una risita. —. De cualquier forma, yo creo que le gustaste. —picoteó con sus dedos las costillas de Soobin.
—¡Oye, basta! —le detuvo riendo. —Vuelve al trabajo, tú y Taehyun me distraen.
—Pero que te distraiga la señorita interesante, verás que no te quejarás. —le molestó burlón.
Ciertamente, su compañero había notado que tanto aquella cliente como Soobin, no paraban de verse. Claro, el chico trataba de disimular —intento fallido—, mientras que ella, lo veía sin alguna pena o pudor.
