-No puedo llevarte al hospital, está demasiado lejos. ¿No puedes caminar en absoluto? - Haena se sentó y trató de levantarse con el apoyo de Wooyoung, pero en el segundo que trató de poner peso sobre su rodilla oscurecida, gritó de dolor y cayó al suelo.

-Maldita sea, Haena - dijo wooyoung, con mucho pánico.

- No empieces tú también, Jung Wooyoung -Su voz era aguda.

- Solo está preocupado, haenie. Yo también. No estamos realmente enojados -

Seonghwa volvio con los dos menores - Llamé al manager, estará aquí en 10 minutos con un coche. Vamos. Wooyoung, ayúdame -

Se arrodilló al otro lado de ella y le pasó el brazo por el hombro con brusquedad.

-No tienes que romperme el brazo también - comentó. Seonghwa la fulminó con la mirada.

- Cállate. No tienes nada que decir en este momento - Haena abrió la boca para replicar, pero Wooyoung le tapó con la mano

- Vamos - La ayudaron a saltar hacia la puerta y cada vez que pensaba que su pierna se iba a caer. Dolia. Sintió que Seonghwa apretaba su agarre y sonrió. Al menos todavía le importaba. Para cuando llegaron a las puertas, su manager ya estaba corriendo hacia ellos, el trío la ayudó en el resto del camino hacia el auto.

El corto trayecto hasta el hospital fue un silencio absoluto. Seonghwa tenía una cara de piedra, mirando al frente y Wooyoung estaba enviando mensajes de texto furiosamente en su teléfono, probablemente notificando al resto de los miembros. Cuando llegaron al hospital, Haena estaba agradecida por la silla de ruedas y aún más sorprendida de que Seonghwa la empujara. Le hicieron una radiografía y su rodilla estaba realmente rota. El médico le puso un yeso y ella estaba acostada en la habitación del hospital, la atmósfera era incómoda.

-Estoy aburrida - suspiró y Wooyoung miró hacia arriba. Seonghwa la miró con brusquedad.

- Si no te esforzarás y escucharás cuando dije que era hora de irse, podrías estar en casa jugando videojuegos con Yunho - Wooyoung gimió.

-No es como si hubiera pedido que esto sucediera - replicó Haena, poniendo los ojos en blanco.

- No me pongas los ojos en blanco. Puede que no lo hayas pedido, pero definitivamente es tu culpa por esforzarte. ¿Sabes cuántas actuaciones vas a tener que sentarte ahí? ¡¿Pensaste siquiera en tu carrera ?! ¡¿Tienes alguna responsabilidad en esto ?! -

Haena sintió lágrimas en los ojos y no podía decir si era por su creciente ira o por el tono frío y las palabras duras que estaba usando Seonghwa. Claro, se han metido en peleas antes, pero nada como esto.

- Si sólo vas a sentarte ahí y regañarme, puedes irte. Las puertas están justo ahí, oppa - Señaló la puerta de su habitación, entrecerrando los ojos, asumiendo el desafío. Seonghwa la fulminó con la mirada.

- He terminado con esto. Solo mente silencio y espera a que lleguen los demás - Sacó su teléfono, lo hojeó y recurrió a darle el tratamiento silencioso.

Ella gimió, de rabia y dolor, recostándose en las almohadas. La puerta de su habitación se abrió de golpe y Wooyoung saltó, pero Seonghwa ni siquiera se movió.

-¡Min Haena!- Se encogió en la cama ante el sonido de la voz de Hongjoong.

Si pensaba que Seonghwa estaba enojado, tenía una ola completamente diferente hacia ella.

Antes de que Hongjoong tuviera la oportunidad de gritar algo más que su nombre, Yeosang y San estaban a su lado.

-¡Ay Dios mío!

𝙰𝚃𝙴𝙴𝚉: 𝙷𝚊𝚎𝚗𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora