CAPÍTULO 43

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Pov Christrian

Voy de camino al aeropuerto para recojer a Ana.

Cuando llegó me encuentro con algunos paparazzis.

Ana baja y yo la recibo en un gran abrazo.

– Te extrañe nena.

– Yo mucho mucho más.

– Estuviste genial.

–¿Lo vistes?

– Si no me lo perdería.

Vamos hacía el auto y nos vamos a casa de mis padres. Haya está la familia de Ana esperándola.

***

Llegamos a casa y todos nos resiven, abrazan a Ana y salen a la terraza para ver algo, juntó con ellos se va la pequeña Romina. Ya le tengo cariño a esa niña, tan bien es muy controladora me gusta su actitud.

Ana lleva envuelta en sus piernas una cobija de Romina. Ella va vestida con un pantalón de mezclilla, blusa de tiras, un saquito verde pasto y unos botines café puro.

Paso por un lado, estamos sólos ella y yo, ya que la familia no llega.

-¿Qué escondes nena?

- Nada.

- Ahh no...

La tomó de las piernas y la colocó sobre mi regazo boca abajo, le doy una nalgada y ella chilla.

-¿Qué traías hay, nena?

- Nada Christrian tu familia nos puede ver bajame.

Le doy otra nalgada y ella vuelve a chillar, continuó con otras dos nalgadas y Joder! Esto es excitante.

De pronto llegan nuestras familias, yo sólo sonrió y Ana está más roja que el mismo rojo pasión del cuarto de juegos!

Ja! Ella todavía está en mi regazo.

Mía se acerca a mi

- Ya está todo listo.- susurra a mi oído.

Asiento con la cabeza y le sonrió. Rápidamente Ana se baja de mi regazo y se sienta a mi lado.

–¿Asustada nena?.- le susurro y muerdo su bonita orejita.

– Eres un sinverguenza.

– Hey hermanito apoco Annie se porto mal?

Ana vuelve al rojo intenso.

– Si muy mal.

Volteó a ver a Ana y suelto una carcajada y ella me saca la lengua y se para.

– Yo voy a ayudarles.

Les dice a Mi mamá, ala suya, a Mía, Kate y Romina.

De pronto nos quedamos sólos todos los hombres. Hablamos de béisbol y de negocios, Elliot no deja de hacer sus típicas bromitas.

***

Vamos a la parte de atrás de la casa para poder comer ahí nos están esperando las mujeres.

Me acerca a Ana y rodeó con mis brazos su cintura. Pone un brazo en mi cuello y con el otro me da un pellizcó en el trasero.

–¿Quieres provocarme?.- le susurró al oído y lo muerdo.

– Eso intentó.

Me besa y me muerde el labio.

– Pues ya lo lograstes.

La abrazó y le doy una vuelta haciendo que su hermoso cabello se mueva.

Después de que pasaramos un rato con la familia nos vamos a la Escala, al fin puedo tener a Ana para mi sólo. Miró al reloj y marca las 10:30 pm. Buena horas para llegar a casa.

***

Cuando llegamos Ana me abraza y enrolla sus piernas en mi cintura.

–¿Así que me extrañastes?.- me susurra.

– Más de lo que piensas.

Comienzo a besar su cuello y caminó para nuestro cuarto, por que todo lo mío es suyo.

La llevó hasta el cuarto y en el caminó nos seguimos besando.

La acuesto en la cama y ella me sonríe, le quitó sus jeans y sus botines, sigo con su sacó y su blusa, después me quitó todai ropa quedándome desnudó, le quitó sus bragas y acerco mi nariz a su sexo.

– Siempre tan lista ¿te has puesto la inyección?

– Si...

Le doy un mordisco a su sexo.

– Ahh....- me sonríe y le se la devuelvo.

Sigo hacía arriba dejando un camino de besos en todo su cuerpo, llegó hasta sus pechos y quitó su sujetador.

– Eres muy hermosa.

Ella se sonroja, comienzo a besar su cuello y hecha la cabeza para atrás, besó sus labios y la penetró, envuelve sus piernas en mi cintura haciendo que entré más profundo en ella. Sigo con mis embestidas y ella sigue gimiendo.

–Te amo tanto.- me susurra y me da un besó en el hombro.

– No más de lo que yo a ti.

Pone sus manos en mi espalda y me araña con cada embestida voy aumentado, siento como nos vamos acercando juntos a nuestra liberación.

– Espera nena...

– No puedo más Christrian!

Le doy una última embestida y hundo mi cabeza en el hueco de su cuello.

– Ya nena!

Volamos juntos, como si acariciaramos el cielo juntos.

Le doy un besó en el cuello y me acuesto a su lado, envuelve una pierna en mi y se acurruca en mi pecho con una mano me hace círculos en el pecho.

–¿Qué te parece si mañana vamos a distraernos a otro lado fuera de Seattle?.- sugiere Ana.

–¿A dónde iríamos?

– Mi papá tiene una casa de playa afuera de Seattle podríamos ir hay.

– Me parece bien nena.

Nos acomodamos, pongo mis brazos en su cuerpo y ella en el mío, tomó las sábanas y nos cubro, nos quedamos profundamente dormidos.

HOLIS HOLIS. AQUI UN CAPITULO MÁS DEJEN SUS COMENTARIOS POR FAVOR.

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Un nuevo comienzo con Grey [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora