Pecado ;; Hanma Shuji

8. Aiko-Day

— No sé si es buena idea, Hanma.

2005/Noviembre/11

— ¿Por qué?

— Su hermano te odia.

— Pero soy su novio.

— Eso no evita que te odie, a ella no le gustará una pelea en su cumpleaños, será el último recuerdo que tendría de tí entonces.

— Solo la felicitaré y le daremos el regalo, nos iremos y... Ella... Se irá.

— ¿Hanma triste? Necesito una foto.

— Cállate cuatro ojos.

Shuji tocó la puerta y Aiko sonriente abrió.

— Hola...

***

— ¿Me han traído un regalo? Que considerados. — Aiko abrió la cajita que Shuji le dió y en su interior un arma se encontraba.

— Úsala con sabiduría... — dijo Kisaki.

— Realmente... Estoy segura que no la usaré mucho. — Aiko tomó el arma entre sus manos y la observó más de cerca.

— Dijiste que tú hermano había tenido un ataque, me preocupé por tí. — dijo Shuji.

— ¿Dices que me la diste para matar a mi hermano? ¿Qué idiotez es esa? — Aiko dejó el arma de nuevo en la caja se levantó de su asiento.

— Solo digo, imagínate que te intenta lastimar...

— Él no me hará nada, pero ustedes si podrían. Creo que es hora de que se vayan, gracias por venir.

— Aiko, no te enojes con nosotros por intentar protegerte. — dijo Kisaki.

— Sinceramente empiezo a creer que debería protegerme de ustedes.

— Nosotros jamás te haríamos daño... Somos amigos ¿No? — Shuji tomó del brazo a Aiko, lastimandola.

— Suéltame.

— No, dime que te quedarás... — apretó más su agarre.

— Me estás lastimando...

— Hanma... Ya es suficiente. — decía Kisaki.

— Aiko, ¡dímelo! — gritó.

— ¡Shuji, me lastimas!

Pero Shuji seguía ignorandola y en cambio su agarre se hacía más fuerte poniendo rojo el brazo de Aiko.

— ¡Te necesito! — su brazo empezaba a crujir.

— ¡Suéltala, Shuji!

Akiro había llegado y con navaja en mano. Sin embargo, Shuji no la soltó y la arrastró con él.

— ¡No, no lo lastimes! — le gritó Kisaki a Akiro.

Aiko golpeó con la pistola a Shuji y de inmediato la soltó dejando ver su brazo rojo.

— ¿Estás bien, Aiko? — preguntó Akiro.

— Nos iremos... Pero piénsalo poco, Aiko.— dijo Kisaki levantando a Shuji.