Pecado ;; Hanma Shuji

5. Shuji-Sin

— ...Siéntate en mis piernas y frotate.

— Ya te dije que no quiero.

Shuji ignoró mis palabras y con un movimiento brusco me sentó en su regazo. Gemí inconscientemente al sentir su erección tocando mi intimidad a través de la tela de mis bragas. Shuji me tomó de la cintura y con su mano me movió hacía delante y atrás.

— Justo así. Ahg~

Era inevitable no gemir. Me sentía en el paraíso y eso que apenas empezábamos.

— Shuji...

— Mírate, gimiendo como la perra que eres. Salta. — ordenó.

— No, ya es suficiente.

— Salta, dije. — tiró fuerte de mi cabello dejando mi cuello expuesto.

Lo está disfrutando tanto que sin darme cuenta ya estaba dando saltitos en su entrepierna.

— Shuji... Más, más. — dije.

Ya no me importaba nada, quería ser follada por ese hombre y lo quería en ese instante.

— Tráfico de porquería, desearía estar follandote ahora mismo.

— Ah~

— Mierda, si sigues gimiendo así no podré aguantar más — tomó mi cadera e hizo que apretará mi intimidad con su entrepierna sacando un gemido de ambos —. Todos se pueden ir al carajo. — me levantó un poco.

— Espera ¿Y si nos ven?

— Yo te follare a ti, a nadie le debe importar lo que pasa en vehículos desconocidos. — desabrochó su cinturón y bajó un poco sus pantalones junto con su boxer dejando a la vista su ya duro miembro.

Sacó un condón de se maletín y se lo colocó.

Me levantó el vestido y movió mis bragas hacía un lado haciéndome rozar con él.

— Ten cuidado, Shuji.

— Claro, pero cuando lleguemos no esperes dulces caricias — poco a poco se introdujo en mi y el placer no tardó — Ah, mueve, muévete Aiko. Quiero sentirte mejor.

Empecé moviendo mis caderas en círculos, de nuevo ayudada con las manos de Shuji, él apretaba y me ayudaba moviéndome cada vez más rápido. Yo empecé a gemir mucho más y también disfrutaba de los excitantes gruñidos de Shuji. Me abracé de él para acomodarme mejor y ahora cada sonido que hacía lo escuchaba mejor.

Dos minutos después el tráfico paró un poco y por fin avanzamos, sin embargo yo seguía moviéndome sobre su miembro.

De nuevo un semáforo. Comencé a saltar esta vez provocando que sintiera más profundo a Shuji.

— Esto es excitante, jamás había tenido sexo en un auto a mitad de la calle, ahg. — dijo entre jadeos.

— Ni yo, no es correcto. — dije.

Definitivamente no era correcto pero si exquisito y delicioso.

— Cállate y disfruta.

Avanzamos de nuevo y mientras Shuji trataba de ayudarme a ir más rápido hasta que llegamos al que probablemente sería el último semáforo.

— Me voy a correr... — susurré.

Él tomó mi cuello y me hizo mirarlo.

— Entonces mírame cuando te vayas a venir, también estoy a punto de hacerlo.

Traté de moverme más rápido y así fue. En cuestión de segundos había conseguido el orgasmo

Me quedé mirándolo un poco más mientras controlabamos nuestras respiraciones.