Ruined- Emiliaco

Capitulo 2

"-Odio el calor, lo odio.- Se quejó Joaquín, saliendo del auto, Isaí rió, pero estando de acuerdo con el menor.

-¡Viva el frío!- Alzó las manos. Rieron y entraron a casa, esperando encontrar algún líquido fresco para tomar.

-Hola amores.- Saludó Cole, ambos chicos sonrieron.- Vayan a cambiar su uniforme para que vengan a comer.

-Sí pa.- Subieron a su correspondiente habitación.

Joaquín se colocó un short de mezclilla y una camiseta blanca, realmente el calor no se soportaba.

Bajó, ahora escuchando un par de voces más en la cocina, entró mirando al señor desconocido que hablaba con su padre Abel.

-Pa.- Saludó, el mayor sonrió.

-Hijo, te presento a un buen amigo de la prepa, Emilio.- Hizo una seña para que de acercara.- Él es mi hijo menor, Joaquín.

-Mucho gusto señor.- Pasó la lengua por el labio inferior.

-El gusto es mío Joaco.

Joaquín sonrió, Emilio era realmente caliente ¿Cómo sería si se dejara follar por él?"

-Tienes que decirles Joaquín .- Estaban en receso, alejados de la cocina, puesto que los olores aún afectaban el olfato de Joaquín.

-Me van a odiar.- Hizo un puchero, Isaí suspiró.

-Joaquín, acabas de cumplir tres meses, se te está comenzando a notar.- Tomó su mano.- Además no sólo a papás les tienes que decir, también a Felix.- El Castaño tragó saliva.

Claro, le había mentido un poquito.

»-¿De quién es?- Exigió, Joaquín se sentó en la cama.

-De Felix ¿De quién más sería?- Miró abajo, jugando con sus dedos.

-¿Lo sabe?

-No.- Hizo una mueca.- No creo que sea bonito para él saber que vamos a ser papás a los diecisiete.

-Ambos estaban conscientes de lo que hacían.- Suspiró.«

-Sí.- Sólo dijo.- Pero a papás, Isaí, se van a enojar.

-¡Y tienen razón de hacerlo! Joaquín, tienes que decirles, si no lo haces tú, lo haré yo.

-No, no, lo haré yo, pero dame más tiempo.- Isaí asintió.

-Bien.

***

Estaba en el centro comercial, había ido a comprar más pantalones de tallas más grandes, los suyos ya no le quedaban como era debido, y odiaba eso.

-Gusanito, me haces comer demasiado y me estoy poniendo gordo.- Susurró, acarició su estómago, tres meses y medio tenía de cinta, ya se le comenzaba a notar.

Tomó un suéter color café, parecía calentito y muy suave, miró el precio, hizo una mueca, tal vez regresaría después.

-¿Vas a dejar de evitarme?- Su cuerpo se tensó, volteó sintiendo su corazón saltar en su pecho.

-Emilio.

Uhhhhhhh, volvi jejje