Capítulo 27

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Calie y el Dandee, Beret

Primera Carta

Aiden

Espero que mi respiración se normalice tirandome a un lado de la cama mientras Samantha se queda inmovil del otro lado, tal vez le hice daño por lo brusco que he sido en la cama pero ahora mismo es lo que menos me importa. Al sentir como Sam trata de abrazarse a mi me tenso y salgo corriendo de la cama, ya le había advertido que no quiero estas muestras de afecto después del sexo, no pienso cometer el mismo error dos veces.

Sin decir una palabra me dirijo a mi baño con un nudo en el estomago, es como si quisiera tirar toda la cena por el retrete nada mas de pensar en lo que acabo de hacer, miro mi reflejo en el espejo y siento asco de mi mismo, que bajo he caído al estar con una persona sin nisiquiera desearla, ¿como puedo sentir asco de mi mismo al punto de que se me nuble la vista por las lágrimas de impotencia por no poder arrancarme la piel?, sin verlo venir empiezo a tirar todo lo que he cenado, arcada tras arcada dejo mi estomago limpio y aún asi sigo sintiendo asco.

Como si la vida se me fuera en ello entro a la ducha y empiezo desesperadamente a lavar mi cuerpo hasta que no quede rastro del olor de Samantha, a este punto me ha llevado lo que siento por Mia, a no querer estar con nadie más y hacerlo de todas maneras por rabia, por demostrarme a mi mismo que ella no debe cambiar nada en mi.

Desde el día en que discutimos en su apartamento me juré a mi mismo que ella no me detendría, que volveria a ser el mismo playboy que no sentía nada por las chicas más que ganas de usarlas y desecharlas, he estado con una diferente cada noche, buscando la forma de que las cámaras me vean con chicas por que sé que iban a llegar a ella de una u otra forma, quería que viera que ella no es la única mujer en esta vida, creo que me lo quería demostrar a mi mismo aún siendo imposible sacarla de mi cabeza y teniendo que utilizarla en mi mente para poder exitarme y estar con esas chicas.

Después de casi una hora bajo el agua de la ducha ahogandome en mi miseria decido salir antes de terminar más arrugado que una pasa, me cambio y salgo del baño, por suerte Samantha esta dormida porque lo último que quiero es dar explicaciones y menos a ella que la conozco de hace solo una semana. Debí de estar borracho cuando le propuse que se hiciera pasar por mi novia y venir hasta aquí a montar este teatro porque sabía que Mia estaría, necesitaba ponerla celosa, necesitaba que sufriera tanto como yo porque sé que ella siente algo por mi, sus ojos lo dicen todo.

Además de que pensaba que con la presencia de Sam me iba a poder contener de hablarle a Mia o de acercarme a ella, fue en vano, nunca me preparé para que al verla en mi hogar me gustara más, que mi cuerpo reclamara con urgencia poseerla, amarla, tan solo abrazarla, estaba cableado por no poder dejar esos sentimientos hacia ella y que además aún molestándole la presencia de mi supuesta novia, no almara un escándalo o me reclamara por estar con alguien tan rápido, sé que estoy haciendo las cosas mal, que esto solo me deja mal parado frente a ella pero cuando me enojo literalmente no pienso en mis acciones y llevo dos semanas con el mismo enojo que en vez de disminuir aumenta de una manera escalofriante.

Decido salir de esta habitación antes de querer destrozarlo todo, me odio a mi mismo por tener sexo con Sam sabiendo que Mia estaba en la habitación justo en frente, veo su puerta y se me entra una nostalgia terrible, me aterra saber que ella escucho los gemidos un poco exagerados que salian de mi habitación.

Quiero entrar por esa puerta y abrazarla, decirle que la amo y extraño de una manera que no puedo explicar y que todo lo que pasó en mi habitacion fue solo la rabia consumiendome por no poder tenerla a ella y más después de verla en ese bendito vestido que pedia a gritos se lo arrancara, tanto a si que no pude contenerme y sali tras de ella hacía el balcón. Me di tiempo de observarla mientras ella no se daba cuenta de mi presencia y todo el deseo que sentía me llevaron a hablar todos los disparates del mundo, a decirle que su presencia me molestaba que no era del todo mentira, me molestaba tenerla tan cerca y no poder acercarme a ella.

Evitando lo InevitableWhere stories live. Discover now