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Capítulo 1 "La chica nueva"

Levante mi cabeza del timón una vez más, había olvidado lo que genuinamente era estar nerviosa. Hacía tantos años que no me sentía así, era totalmente ridículo todo esto. Me senté derecha en mi sitio y vi la foto que estaba a mi costado, era de hacía tanto tiempo, sonreí con solo recordar ese día, juraba que no regresaría a esta casa, pero aquí me ven luego de muchas décadas a punto de ceder ante mi orgullo.

Levanté la vista una vez más, la casa estaba completamente igual a como la había dejado mucho tiempo atrás, al parecer ellos si la cuidaron. Antes de que abriera la puerta de mi coche mi teléfono sonó. No tuve que ver el número para saber quién era...

-¿Estás bien? ¿llegaste a donde querías ir? –pregunto sonaba un poco preocupado

-Si, no te preocupes estoy bien...

-no pareces muy convencida –dijo sonando ahora un poco alegre

-pues... tengo miedo, para que mentir...

-¿tú? –sonó incrédulo- lo veo muy poco creíble

Su comentario logró sacarme una sonrisa que tanto necesitaba en estos momentos.

-yo... me tengo que ir... -dijo sonando nervioso- cuídate

-pe... -antes que replique había cortado la llamada, casi siempre era así no debía preocuparme, de todos modos tener contacto era muy peligroso. Deje el teléfono dentro de mi bolso, saqué mi billetera para guardar la foto de la casa cuando vi otra que captó aún más mi atención, era de 1920 en una fiesta, estaba bailando con... Kol. Lo extrañaba tanto, su sonrisa, su mirada, el modo en él como me hablaba, lo quería a mi lado, pero era algo imposible ahora y todo por la culpa de su idiota hermano Klaus. Jamás me dio buena espina, siempre trate de evitarlo, pero era casi imposible en esa casa, él tampoco me vio con buenos ojos al verme llegar junto su hermano por eso él. Cerré los ojos ante el recuerdo, moví mi cabeza una vez más para sacarme todo eso de la mente, tomé una última bocanada de aire y abrí la puerta de mi auto, la cerré delicadamente y empecé a caminar a la puerta.

Había aprendido a vivir sin Kol, pero jamás sin las dos personas que me vieron crecer, sé que había pasado tanto tiempo sin saber noticias de ellos y ellos de mí, no sabía cuáles serían las reacciones que tendrían al verme, tampoco tenía muy seguro a quien me encontraría exactamente en ese lugar, conociéndolos qué clase de atrocidad tendrían viviendo en esa casa. Al llegar frente a la puerta me di cuenta de que ya no podía seguir huyendo, solo había una sola opción. Toque el timbre y simplemente espere por lo mejor.

A los segundos la puerta se abrió mostrando una figura alta de cabello negro y ojos azules que conocía muy bien. Estaba molesto o al menos eso parecía, estaba medio volteado gritando a alguien adentro.

-¿QUÉ ESPERABAS ELENA? LE CLAVASTE UNA DA... –dijo, pero antes de completar la frase volteo bruscamente para ver quien estaba en la puerta, me encaró y por la sorpresa en sus ojos pude notar que era quizá la última persona que esperaba ver- Pero... pe... ¿qué...? ¿qué haces acá? –dijo entre sorprendido y molesto

-cualquier hubiera iniciado con un "Hola _______ hace tanto que no te veo ¿Cómo estás?" -respondí irónicamente y cruzándome de brazos, mi bella personalidad se empezó a mostrar

-no respondes mi pregunta –dijo más serio

-mira si vine para que me estás interrogando así mejor... -me di media vuelta, pero él me agarró del brazo

-¡NO! Espera... yo lo siento... es que... -suspiro- siendo sincero creí que estabas muerta... 

-wow –dije mirándolo- sí que tienes los mejores deseos para mí, podrías llamar y confirmar eso ¿sabes?