Capítulo 9: La decisión correcta

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Itachi está muerto. Esas eran las únicas palabras que su atormentada mente podía procesar. Producto de la noticia, su cuerpo se tambaleó y su espalda cayó contra la cortesa de un árbol, mientras se llevaba las manos a la cara y se debatía entre la tristeza y la felicidad: podía volver a su amada aldea, pero jamás lo volvería a ver otra vez.

Se permitió llorar y lloró hasta que no le quedaron lágrimas en sus ojos esmeraldas y, perdiéndose en ellas, ignoró el paso del tiempo. Pasaron horas, e incluso algunos pocos días, hasta que ella decidió moverse de aquel sitio; su cabeza no reaccionaba, así que su cuerpo se movió por pura inercia. Tomó su capa, y se dispuso a caminar bajo la lluvia hasta que algo o alguien la detuvieran.

Y así fue, después de caminar por quien sabe cuanto tiempo, al levantar la vista divisó una posada a no muy lejos de donde estaba ella. Con las pocas fuerzas que aún le quedaban, entró al lugar. Allí, nadie le prestaba atención, pues no era la primera vez que alguien llegó empapado bajo la lluvia.

El lugar no estaba alborotado de personas, pero las meseras iban de aquí para allá con pedidos y con algo de ropa (para aquellos que habían decidido pasar la noche ahí). Así que Sayumi prefirió sentarse en las mesas del fondo, para que nadie la vea en el estado en el que se encontraba y también, evitar conversaciones inútiles.

Cuando al fin la mesera llegó, tomó su pedido y a los pocos minutos se encontraba devuelta con su plato. Mientras tanto, ella no podía dejar de ver la hoja con sangre ni evitar llevarse la mano al cuello, que era en donde colgaba el anillo de Itachi. Hasta en el reflejo de su comida, podía ver innumerables recuerdos y lo sencillo que era todo por aquel entonces. 

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por las voces que provenían de la mesa cercana a la suya:

-Shhhh, ¡ya cállate Karin! Todos en esta pocilga te van a oír, no querrás que nos atrapen por tu culpa, sino, ¿qué pensará él de tí?- Dijo el chico que se encontraba a mi derecha.

-Pequeña lagartija, tú no me vas a callar, ¿me oíste?- Le gritó la voz de una mujer al primero, mientras le lanzaba uno de sus vasos e intentaba subirse a la mesa para estrangularlo. Pero no logró su objetivo, pues el hombre corpulento frente a ella la detuvo y le pidó que se tranquilizara; sin embargo,  no logró conseguirlo, ya que la mujer se iba poniendo cada vez más histérica.

No obstante, la única persona que había permanecido callada hasta ese entonces habló:

-Karin, Suigetsu, si no quiere que los maté a los dos, cállense de una maldita vez.- Sentenció mientras se disponía para irse del lugar.

Sus acompañantes también se preparaban y fue entonces que el corazón de Sayumi se detuvo.

-No hagan enfadar más a Sasuke, sino...- Intentó seguir oyendo, pero fue inutil, ya no podía concentarse.

Sasuke. Sasuke. Sasuke. Ese era el nombre del hermano menor de Itachi, quien lo odiaba por lo que le hizo a su clan, a su familia. Un odió mal dirigidó del que Sayumi también fue partícipe. 

Algo dentro de ella, le gritaba que fue Sasuke quien asesinó a Itachi. Él creció con su odio y lo alimento por largos años y si Itachi hubiera decidido en manos de quien morir, esas hubieran sido las de él, o las de Sayumi.

Mientras tanto, el grupo, compuesto por cuatro miembros, pasó a su lado sin siquiera notar su presencia; sin embargo, pudo sentir como su corazón se detenía y la adrenalina le corría por las venas. Podía atacarlo por la espalda, jamás se esperaría el factor sorpresa. Aunque ella estaría en desventaja, sería una buena oportunidad para desquitarse por todo lo que hizo sufrir a Itachi.

Estaba encasillada entre la espada y la pared, y cuando finalmente tomó la desición de atacarlo, volvió la vista hacia la hoja con sangre y recordó lo que él le pidió: vuelve a Konoha e informales de mi muerte.

Fue entonces que una lágrima solitaria rodo por su rostro, mientras veía como su única oportunidad de venganza se desvanecia.

Nuestros secretos ( Fanfic Naruto)Where stories live. Discover now