Un paso más

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Narra Jake

Apenas llegamos a su casa, se encerró en la habitación, dude en si ir con ella o quedarme. Pero teniendo en cuenta la situación, fui con ella.

—Addie, mi amor –Dije acercandome y me acosté a su lado–

—No quiero ir a una psicóloga porque... –Contesto y trago saliba–

—¿Por? –Pregunte acariciandole el pelo–

—Cuando era niña, el capitán fue a una, pero en realidad era para meterle los cuernos a Bizzy. Yo lo descubrí –Conto Addie y me miro–

—Debio ser difícil ver esa situación –Mencione para mirarla y sonreir–

Pasaron unas horas

Narra Addison

Me siento en mi cama mientras lo observo parado en el marco de mi habitación, en sus ojos no hay perversión, no me mira de esa manera y con él no voy a pasar nada similar a lo que tuve que pasar…

Le deseo, quiero que él sea la persona con quien voy a tener relaciones de nuevo. Decidida me levanto de la cama y me plantó delante de él, lo tomó de la cara y lo beso de forma pausada, nuestros labios se rozan de forma leve al principio pero le insinuó que quiero más que eso y el parece captarlo ya que me toma de la cintura y me pega de forma leve mientras empieza a profundizar el beso.

Nos separamos para coger un poco de aire y él aprovecha eso para acomodar una mecha de pelo detrás de mí oreja y sonreírme.

Me coloco de puntillas para alcanzar sus labios y lo beso de nuevo, esta vez el beso es más carnal, mas ardiente, siento como su erección choca contra mi abdomen y eso me hace sentir más segura de lo que quiero hacer.

El me agarra en brazos y me alza, yo aprovecho eso y enredo mis piernas en su cintura creando una leve fricción en nuestras partes, eso hace que pequeños hilos de placer me recorran por todo el cuerpo. 《Su contacto no me está creando repulsión o rechazo》 me guía a la cama y se sienta en ella, quedando yo a ahoracadas encima de él.

—¿Estas segura? —me pregunta mirándome fijamente los labios mientras se relame los suyos —, yo puedo esperar todo el tiempo que quieras, Addi.

Yo niego con la cabeza —Esto es algo que quiero, Jake.

—Pero no quiero que te presiones en hacer algo que…

Coloco mi dedo índice haciendo que se calle —Quiero volver a sentir que tengo el control de decidir con quien voy a tener relaciones y con quien no. Lo quiero hacer contigo.

Él sonríe mientras me deja en la cama y se pone encima de mí —Si no quieres seguir o no te sientes cómoda con algo solo dime y voy a parar.

—Lo sé, confío en vos.

Él me sonríe y empieza a dejar varios besos en la zona de mi cuello y clavícula, de forma sutil me empieza a quitar la blusa que llevo puesta, es cómo si no quiere hacer ningún movimiento brusco que me asuste y ese pequeño gesto causa estragos en mí.

Me desabrocha el brasier y su mirada cae en mis pechos duros debido a mi excitación, de forma casi inmediata él se prende a mi pecho izquierdo,  mientras que con usa una de sus manos para masajear mi pecho derecho, inevitablemente gimo ante sus acciones. Coloco mis manos en su cabello y las estiro de vez en cuando.

Cuando él se sacia de mis pecho empieza a hacer recorridos desde mis pechos a mi cuello, deja varios besos húmedos en esa zona antes de subir y chupar de forma ligera el lóbulo de mi oreja.

—Hora que disfrutes, amor —me susurra despacio.

Vuelve a dejar varios besos, descendiendo a una zona en específica y yo dudo, mente me traiciona en un nanosegundo.

Él no me va a dañar.

Él me quiere de verdad.

Hace a un lado las bragas y empieza a jugar con mi clítoris, mientras que me tienta, probando mete un dedo que se desliza fácilmente debido a mi humedad mientras que con su pulgar sigue manteniendo ese movimiento en esa lugar tan sensible.  

–Más…—le ruego mientras las sensaciones me avasallan por todo el cuerpo

Él no me dice nada pero mete un tercer dedo mientras con su pulgar no deja de tocar ese lugar tan sensible al tacto, siento como estoy a punto de tener mi orgasmo, pero quiero que el momento se alargue a la vez.

—No te contengas, Addi y disfruta de esto. —su voz sale ronca y su respiración choca contra mi abdomen mandándome un escalofrío y logrando que mi espalda se arquee.

—Jake —jadeo sintiendo como mis músculos se contraen y yo alcanzo mi orgasmo.

De forma desesperada empiezo a sacar su remera y desabrochar su vaquero para poder quitarlo, una vez que se queda en bóxer empiezo a admirar su cuerpo y él se muestra seguro, causando algo en mí.

No hay nada más sexy que un hombre seguro de sí mismo. Me siento cómo una adolecente, necesitando su tacto pero ahora mismo eso no me preocupa.

Le tiro en la cama y me pongo encima de él, sintiendo cómo puedo tener la decisión por mi cuerpo y sus acciones, casi de forma inmediata me empiezo a frotar encima de él haciendo que ambos gimamos al mismo tiempo.

—¿Quieres montarme, Addison? —su pregunta me parece altamente sexual.

Yo asiento pero aún no estoy segura de cómo hacerlo debido a todo lo sucedido, él lo nota pero me sonríe de forma tranquila y se acerca a besarme. Mientras me besa siento que busca algo atrás mío.

El condón.

Cuando se separa de mí hace que me baje de su pierna, y se coloca el condón deslizando de forma lenta por todo el falo erecto —Si no puedes hacerlo me dices y paramos todo.

—No quiero parar—me vuelvo a subir en su pierna, él con su mano guía su intimidad hinchada a mi entrada pero duda.

Así que yo me bajo de apoco para poder tenerlo dentro, el contacto se siente delicioso, no nos movemos solo lo siento dentro mío. Él no se apura en moverse de echo está esperando a que yo me mueva encima de él.

En la posición que estamos puedo sentir que tengo el control de todo lo que pasa, empiezo a hacer movimientos circulares con mi cadera y veo cómo hecha la cabeza para atrás disfrutando de lo que estamos haciendo, los gruñidos que suelta me hace acelerar mis movimientos y aunque no son tan bruscos yo disfruto lo máximo.

La siguiente hora de resume en besos, promesas, gemidos, gruñidos y con rasguños en su espalda sudada mientras él se encarga de mantenerme distraída en cada minutos. Esta noche es una de las mejores que viví desde hace mucho tiempo, no hay problemas, no hay espectros, no hay gritos.

Solo existiere dos personas amándose hasta saciar las ganas que nos tenemos, en todo momento el me cuida, me pregunta cómo estoy y me hace saber con cada acción que yo tengo el indicado.

a pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora