La vida de Martina Edwards I

ابدأ من البداية
                                    

¡¿Qué carajos con la gente que trabaja aquí?!
− ¿A-algo más?

−Mucho más. Pero por ahora, sólo se tu misma. Es tu casa después de todo.

− ¿M-mi casa? - ¡¿CASA?!

−Bueno, mansión −Christine no le da importancia.

− ¿Y el apartamento?

−También vives ahí. ¡Ah! y otras residencias distribuidas en todos los continentes. Ah y un par de islas. Me gustan las islas −Dice sonriendo al aire. −Tomaremos vuelo pronto.

− ¿Vuelo?

−Si, tenemos un...

−No sigas−Me espanto. Ya estoy pensando que todo esto es una cámara indiscreta.

−Digiérelo rápido pulga. −Sonríe−No pareces alguien con problemas para adaptarse.

− ¿Estás de joda? ¡Sólo falta la puta hada madrina diciéndome que soy la princesa de Genovia o algo así! −Susurro roncamente. Cuando me doy cuenta de que se me sale la palabrota me tapo la boca y miro asustada alrededor. Ella está carcajeándose. ¡Se supone que ella no sabía que me sabía esa!

−Nunca lo imagine así, pero está buena −Ríe−Cuida esa lengua de tu abuela. Ahora comamos.

−No sé comer con 10 tenedores. −Digo de inmediato. Para mi sorpresa parpadea curiosa en dirección hacia mí ¡¿Esperaba que sí?!

−Lo siento. −Me disculpo.

−No... es que tu madre dijo algo parecido una vez. Vaya... dios las cría y Christine las junta- Sonríe creída.

−No nos conocimos gracias a ti.

− ¿No? − Pregunta ignorándome. Entrecierro los ojos.

−Se ve que tienen una buena relación­− ¡¿Qué?! − pero no nos la quites−Dice la abuela. Su sonrisa, hace que me relaje. Se ven buenas personas, por un momento pensé que me retarían hasta por mi forma de caminar.

−Martina, mi pequeña −Dice el abuelo, me sorprende que siendo tan duro se dirija a mí de esa forma y me mire tan cariñosamente. − ¿Estás a gusto?

−A mí no me decías eso −Bromea Christine haciéndose la dolida.

−Es que ya me rendí contigo.

− ¡¿Qué?!

− ¡Oh por dios, ustedes dos!... ¡paren ya! −Dice la abuela. Río entretenida. Noelle los ignora y mira unos cuadros.

−Si, muchas gracias por recibirme −Digo cortésmente.

−Es tu casa−asiente él−Está todo el personal enterado y están a tu disposición. Me preocupé de organizar tu agenda con Christine.

Mi madre, Noelle; por fin pone atención en la conversación. No tengo que ser muy intuitiva para saber que algo no le agrada.

Abro los ojos imaginándome tanta cosa junta.

− ¿Agenda? −Pregunto perdida.

−Si, pero no te preocupes por eso, aprenderás todo lo necesario.

¿Todo lo necesario?

Noelle carraspea.

−No te preocupes Pul... Tina. −Dice rápidamente Christine. −No es nada del otro mundo, y tendrás tiempo libre.

Mi Pareja Perfecta IVحيث تعيش القصص. اكتشف الآن