- 1 -

488 60 17
                                    

En cuanto escucharon las palabras de Eva resonar por toda la sala los presentes se sonrieron con entusiasmo, sobre todo Gary al ser fan de aquel cantante que hace tiempo conoció gracias a su padre al compartir momentos juntos.

Habían pasado años que no escuchaba aquella melodía entrar por sus oídos lo que lo hizo dar risas de felicidad mientras corria al pasillo entre vueltas y vueltas, perdiéndose en el sonido mientras lo imitaba con sus manos y pies en el camino totalmente inverso en las notas musicales. Antes de darse cuenta ya estaba bailando enérgicamente con Mooncake flotando a su alrededor, acompañando a su amigo con su pequeña sonrisa característica.
Gary saltaba mientras cantaba levemente las estrofas que recordaba, inventando la letra y tropezándose entre palabras en el proceso. Sin embargo, esto poco le importaba, escuchó pequeños golpes detrás suyo mirando feliz como su hijo comenzaba a seguirle el juego entre sonrisas, poco a poco mas gente se unía al pequeño recital lleno de ritmo y diversión.

Inclusive Hue no se contuvo y se unió, aun que entre tropiezos.

— ¡Siéntelo Hue! — Soltó el humano sin dejar de moverse, alentando al pequeño robot inteligente.

Tomo a Cato de las manos comenzando a dar vueltas junto a el, quien comenzó a reír de inmediato aplicando la misma fuerza logrando que sus cabellos se alboroten. Amaba aquellos momentos con Gary, su segundo padre y una de las personas mas importante en su vida junto a Avocato. Siempre de alguna manera terminaban haciendo idioteces, era como el papá buena onda que te cubre cuando haces algo malo, o el que alienta los juegos peligrosos sólo por diversión, todo sin dejar de preocuparse y amarlo, mientras que su otro papá era mas sobreprotector.
El felino era mas reconocido por siempre recordarle lo orgulloso que estaba con palmadas y mimos sin dejar su lado estricto, muchas veces Avocato terminaba corrigiendo a ambos. A pesar de todo ello, eran una linda familia.

Que hablando del rey de Roma.

— ¿Qué demonios esta pasando aquí?

En cuanto escucho la voz de su padre abrió los ojos dispuesto a verlo, pero no fue posible ya que cayo cuando sin querer su agarre se soltó desprevenidamente provocando que tanto el como el de chaqueta café salieran volando sin control.
Para su suerte no fue una caída fuerte y sólo quedó mareado al punto de no poder pararse sin ver todo girar.

Diferente a Gary, quien chocó contra Avocato cayendo ambos al suelo con fuerza, el golpe se escuchó de forma seca ocasionando que los miren por inercia. La música no se detuvo por lo que aun con todo ese ruido rodeándolos, el de tez pálida parpadeo mareado hasta poder ver correctamente y estar en todos sus sentidos, encontrándose inmediatamente con los ojos cerrados y rostro adolorido e irritado de su mejor amigo debajo suyo.

Gary al ser consciente de su posición no tuvo mejor idea que ubicar sus manos a los lados de la cabeza del ventrexiano para tener una mejor vista, sonrió de forma coqueta comenzando con otro de sus intentos mayormente victoriosos de llamar la atención del azulado.

— Pero que tenemos aquí, el ventrexiano mas sexy del universo. — Pronunció mientras entrecerraba lo ojos y mordía su labio inferior, formando una mueca mas graciosa que pícara.

— Cierra la boca, Gary. — Se quejó el felino llevando una mano a su cabeza sobando la zona del golpe que había recibido. — Carajo, ¿Qué están haciendo? — Pregunto a pesar de ya saber la respuesta, pues era algo totalmente obvio. Se sentó empujando sin mucha fuerza a su contrario mientras este se hacia a un lado y los demás volvían a lo suyo.

No era nada raro ver a Gary coquetear de esa forma tan atrevida con el de pelaje oscuro, por lo que no le dieron importancia en cuanto vieron que se encontraban bien.

— Es un ritual de apareamiento. — Explicó Gary con lo primero que se le vino a la cabeza.  — Y estas aquí, así que funcionó.— Guiño un ojo, creyendo con total seguridad que lo que había dicho fue tan ardiente como el hombre frente a el.

— ¿Tu ritual incluía una contusión cerebral? — Reprochó con sarcasmo observando como el rubio se paraba y extendía su mano en señal de ayuda.

— Tal vez. — Contestó sin dejar esa sonrisa picara.

Avocato acepto su ayuda parándose junto a su amigo de un pequeño salto, le dio una mirada avergonzada y seguido de esto fijó su vista en su hijo bailando junto a Mooncake dando vueltas a su alrededor. Sonrió un poco sin darse cuenta, feliz de ver a su muchacho sonreír como hace tiempo no hacia. Gary siguió su mirada y al presenciar aquello no pudo pensar en otra cosa que no fuera besar a Avocato ahí mismo, sólo por impulso. Le encantaba lo sensible que era a pesar de no aparentarlo, detrás de ese rostro serio y frio, estaba el padre primerizo que hacia todo por su  Pequeño Cato lo era todo para ellos y muchas veces era mas evidente de lo que ellos creían.

— Amor de mi vida. — Avocato volteo a verlo con una ceja alzada por el tono utilizado.— ¿Me concederías—

— Ni lo sueñes. — Negó rápidamente. Sus brazos se cruzaron y su cola se movió por unos segundos, el contrario miro aquellas señales en silencio, que a pesar de captarlas no se dio por vencido.

— Vamos. — Canturreo tomando sus manos con suavidad. — Sólo unos minutos, además, ¿Quién no querría bailar con Gary Goodspeed? — Levanto su pecho con orgullo.

Avocato guardo silencio mirando el rostro de su mejor amigo, ignorando sus comentarios idiotas. Dudando entre sí ser sincero o simplemente irse de allí, después de todo se presentó sólo por la curiosidad de verlos bailar para luego retirarse por donde fue.

— ... No se bailar, Gary.

Eligió la opción arriesgada luego de pensarlo, se dio crédito por su valentía.
Notó su error al ver como a cada segundo que pasaba desde que soltó sus palabras la sonrisa de su amigo se ensanchaba.

Y sus ojos brillaban de emoción.

Loggins. [GaryCato]Where stories live. Discover now