Pero que podría hacer, su madre no paraba de hablar del gran chico que era y lo mucho que había pasado como para que ella fuera grosera con él, solo por eso no le aventó una piedra al momento en el que mancho sus jeans preferidos.

— Bueno, ¿Por qué no has ido a la playa hoy? — pregunto Lorenzo luego del gran silencio que los acompañaba mientras Dalia recogía sus cosas

— Pensé que sería una gran y escasa oportunidad de pasear por las calles solas — se encogió de hombros — No soy asocial o algo por el estilo pero disfruto de la paz que estar sola me genera — sonrió

— Te entiendo, creo — hizo una mueca — Solo que a mi no me gusta estar solo — mordió su labio

— ¿Y por que siempre que nos encontramos lo estás? — enarco una ceja

— Mi mejor amigo se fue lejos de acá, y no tengo más amigos o al menos personas que me agraden — pateo una piedra

— Si yo te agrado puedo ser tu nueva compañia — dijo Dalia sin importancia

Solo estaba tratando de ser amable, sabía que el necesitaba eso, pero la verdad era que detestaba cuando alguien decía que no tenía amigos.

Para Dalia la amistad se significaba mucho, si, pero igual sabía que solo eran personas que la acompañarían en algunas etapas de su vida y luego volarían, por que todos tenemos rumbos distintos.

— Eso estaría muy bien, gracias — sonrió el pelinegro

Diablos, su sonrisa era hermosa. Pensó Dalia

— Pero tampoco seas un chicle, detesto que me busquen para todo — hablo mientras caminaba hacia la calle

¿Quién fue el monstruo que hizo a Dalia Solari así? Penso Lorenzo.

Lorenzo se preguntaba por que siempre se encontraba a Dalia de noche o por qué solo hablaban de noche, era extraño pero le gustaba.

Él, Lorenzo Dawson, hablaba en la noche con Dalia Solari, la pelirroja rara que no hablaba con nadie y que parecía no tener sentimientos. Lo sentía como un logro.

— Todo esta cerrado hoy, estoy demasiado aburrido — hablo Lorenzo mientras arrastraba los pies de manera infantil a lo que Dalia lo miro incrédula — ¿Qué?

— Tienes cara de bad boy pero eres como un niño pequeño — rió

— Las caras engañan — rodó los ojos — Tu tienes rostro de malvada y no espera... — toco su barbilla mientras "pensaba" — Si lo eres

— El dicho correcto es "Las apariencias engañan" inepto — le dio un sape — Y yo soy tan malvada como tu inteligente — hizo una mueca de superioridad para luego caminar hacía el centro comercial

— ¿Qué hacemos aquí? — pregunto Lorenzo mientras paraban frente al lugar

— Lorena, a la cual le gustas demasiado — dijo con pereza

— ¿En serio? — la interrumpió algo contento. Tal vez las apariencias no engañaban demasiado o tal vez no había tenido novia desde su catorce años cosa que ni siquiera contaba.

— No es el punto promiscuo — rodó los ojos — Ella me dejo las llaves de su tío, el sitio quedo totalmente solo de nuevo — sonrió mientras jugaba con las llaves — Amo lo despreocupados y estúpidos que son en este pueblo — carcajeo

— No los culpo — hablo Lorenzo mientras entraban — En este lugar nunca sucede nada, tanto que me da miedo — trago saliva

— ¿Por?

— ¿Has visto Stranger Things o alguna película de terror? — preguntó incrédulo

— Claro que le he visto pero tu estas siendo muy dramático — rió Dalia mientras se acercaba a la tienda Butterfly Cinematic, era lo más cercano al paraíso para ella.

Era una especie de cinefila, adoraba pasar horas viendo películas de distintos géneros, le gustaba apreciar cada cosa que veía, veía desde los más comerciales clichés hasta los clásicos.

— Nunca he entrado aquí — hablo Lorenzo mientras entraban al sitio

Era solo un lugar lleno de copias de películas, peluches, accesorios y había algunos libros igual, decorado con luces de color azul y distintos pósteres.

— Haré como que no escuche eso — dijo la pelirroja mientras se dirigía al área de películas de drama. — Yep, aquí esta — dijo en cuanto encontró la que tanto buscaba

— ¿Little Women? — leyó confuso Lorenzo

— No me sorprende que no la hayas visto pero, ¿No la conoces? — dijo algo ofendida Dalia — Solo he visto la versión más vieja, realmente adore la actuación de Winona Ryder — dijo emocionada — Pero la nueva versión con Saoirse Ronan no la he visto pero me emociona por que se carga con una gran elenco — decía con mucho entusiasmo. Dalia amaba hablar de películas, le encantaba vivir en un mundo de fantasías aunque tenía los pies pegados muy bien en la tierra.

— Lo lamento, no soy mucho de ver televisión — rasco su nuca

— Esto no es solo televisión Lorenzo — rió — Esto es cine, arte cinematográfico — sonrió — Realmente no creo saber mucho de esto, pero creo que puedo apreciar cuando algo es de calidad — se encogió de hombros

— Se ve que te apasiona — dijo Lorenzo mientras la observaba con una sonrisa

— Un poco — sonrió apenada mientras tomaba la película y un peluche de spiderman — Dime por favor que por lo menos has visto las de superheroes — dijo mientras cerraba sus ojos

— Ehhh — trago saliva — No, lo lamento, soy un chico imperativo, pasar dos horas en un sillon o en una cama no me llama la atención — hizo una mueca

— Te pierdes demasiado — hablo mientras metía los artículos en una bolsa de la tienda y dejaba el dinero en la caja

Lorenzo sonrió, se le hacía de lo más tierno ver como Dalia cargaba con su peluche de spiderman como si fuera una niña pequeña, era divertido ver como se indignaba cada que él negaba haber visto una película y lo supo, Dalia Solari era su nueva amiga.

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