ó𝘭𝘰𝘨𝘰

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— ¡Porfavor Al! — rogaba con sus manos únidas a su pecho mientras sus ojos se hacían grandes y su sonrisa menguó en un puchero.

— ¡Ya te dije que no Ángel! — gruño el pelirrojo caminando en círculos tratando de evitar a la araña.

— ¡Porfavor! ¡Porfavor! ¡Porfavor! — lo perseguía alrededor de los sillones sin cansarse..

— Ángel, deja de insistir y también abstenente de seguirme — le apuntó con su cetro desde el otro lado de sofá donde Husky estaba sentado tomando una cerveza tranquilo.

El cetro tocó la pelusa del albino manteniéndolo a raya de distancia al venado.

— ¡Vamos Al! Es solo un crédito — gritaba Ángel suplicante — me has regalado cosas peores que un simple cerdo.

Afirmó el actor con un par de brazos en la cadera y otros cruzados debajo de lo que simulaban ser pechos.

— Así es — no contradijo en demonio retrayendo su bastón hacia él con elegancia azotandolo en el suelo y recargando sus manos en el — no son cosas estúpidas como un simple cerdo, que más aparte gasta demasiada energía, ya te lo había dicho.

— Vamos Al — se subió al sofá pasando por en medio y tropezando en el acto abrazándose a la cintura del otro demonio — si me das esto no te pediré nada más en el próximo mes.

Alastor miro incrédulo a la araña alzando una ceja sin creerle.

— Es una promesa.

Alza la una mano y otra la coloca en su pecho aún abrazado a su cintura.

Alastor cerro los ojos frustrado, levantó su mano derecha y apretó su sien  frunciendo el ceño irritado.

— ¡Bien! ¡Ahora sueltame! — grito dándose por vencido alejando al actor de un empujón y caminando hasta el medio del recibidor.

Volteo de reojo a ver a la araña que ahora cargaba a su cerdo feliz alzandolo de un lado a otro cantado victoria.

— ¡Vas a tener un hermanito Nuggs! — gritaba la araña lanzando al cerdito y atrapandolo en el aire con sus brazos.

Alastor volteo completo observando él hermoso rostro andrógino que tenía el demonio araña, no sabía en que momento había caído ante los encantos de alguien como aquel ser, pero ahí estaba, cumpliendo caprichos mundanos y simples por el solo hecho de que no tenía la suficiente fuerza de voluntad para negar algo a la araña.

Su relación había avanzado tanto en esos meses qué había entrado al proyecto de la princesa, que no noto cuando había caído ante los encantos que poseía el demonio andrógino más atractivo del infierno, y en su defensa solo podía decir, que no era el único perdido entre las risas y ojos rosados del chico.

Suspiro y llamó al afeminado, este volteo y dejó al cerdo en el piso caminando hacia su compañero y ahora amigo pelirrojo, Ángel veía su mirada molesta y su nariz arrugada en el puente, río ante esa acto, conocía ya cualquier acción que provenía del overlord, desde sus expresiones al hablar, hasta como separaba los guisantes de la ensalada para comerlos solo.

Conocía todo de ese demonio poderoso.

Pero nunca podía descifrar lo que pasaba en su cabeza, y tal vez por eso había atrapado una pequeña obsesión con el moreno.

O tal vez estaba profunda y locamente enamorado del "Demonio de la Radio".

— Escucha bien, no sé bien como son los componentes de un cerdo, pero supongo que no es muy distinto a otros animales, así que conseguirás estos ingredientes — apareció una lista en su mano y se la tendió al más alto que pestaño dos veces y la tomó leyendo lo que decía en ella.

Un hermanito para nuggsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora