|| Los demonios unas de las especies más peligrosas y temidas por las demás personas, pero si no fuera poco los demonios tenían un alto estatus en la sociedad humana, eran muy respetados.
Langa un mismísimo demonio mestizo pero aún así el heredero d...
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Fiesta
— Hijo podrías a la próxima no hacer tanto ruido -dijo la mujer cortando un pedazo de carne de su plato- Si no váyanse a otro lado, aquí no es un motel.
— ¿Nos escuchó? -preguntó Reki con los ojos muy abiertos-
La señora asintió, Reki se puso rojo de la vergüenza, quería desaparecer inmediatamente de ahí. La mujer solo lo miro con una sonrisa divertida pero de pronto hizo una expresión sombría.
— Oye hijo, hoy llegó está extraña invitación de un baile real esté sábado.
— ¿Quien te dio el sobre?
— Apareció en la puerta, los guardias dicen que no vieron nada.
— No iré. -respondió sin ver aquella invitación, le daba mala espina-
Reki agarró aquella misteriosa invitación, la temática de la fiesta iba a ser de antifaces, cosa que le daba mucha intriga al pelirrojo.
— Langa ¿y si vamos? No me parece tan mala idea -hablo el mortal con un pequeño brillo en sus anaranjados ojos lo cual el peliazul no pudo resistir-
— Okey -contestó con una sonrisa- préstame esa invitación
Al agarrar el pedazo de papel vio detalladamente cada cosa que estaba escrita, fecha del evento, temática, ubicación, hora... pero no venía el nombre del anfitrión haciendo que desconfiara un poco más sobre la fiesta pero al ver al pelirrojo algo emocionado trato de pensar en bastantes cosas paranoicas y solo centrase en él.
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— Estoy muy nervioso -decía mientras se acomodaba una y otra vez su antifaz blanco- ¿no me veo muy ridículo?
— Reki te ves muy bien -sonrió haciendo que bajara los nervios del contrario-
Ya se encontraban lo único que tenían que hacer era entrar, a los alrededores había muchas personas llegando cada uno en sus carruajes, con vestidos y trajes muy extravagantes, todos los antifaces eran muy diferentes el de algunos eran muy sencillos mientras otros eran muy exagerados, el demonio pudo ver lo nervioso que estaba su querido compañero e intentó calmarlo pero aún no se le iba todos sus nervios.
— Reki cualquier cosa yo estaré a tu lado, no te dejaré solo -hablo agarrando fuertemente la mano del pelirrojo-
Después de unos segundos entraron, por donde vieras habían muchas personas, hablando, riéndose, tomando uno que otro trago.
— ¿Y si mejor nos vamos? -dijo Reki apretándole la mano que lo sostenía-
— ¿A dónde? Apenas llegaron mis dos queridos invitados.
"Esa voz" pensó Reki al ver aquel hombre que traía un antifaz de un rojo intenso que era muy difícil pasar por desprevenido.
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