"¿Cómo se empieza un diario?
El tonto Tío Mori me lo ha dado. Esperaba un buen regalo de cumpleaños pero ese tonto sólo me ha dado una fea libreta con unas feas letras que dicen "Mi Diario" así que supongo que al menos debería intentar usarlo, pero...
“Querido diario: Estoy muy triste porque a Chuuya no le gustaron mis galletas... 😭😭😭😭 Cuando se las di, estaba muy contento, pero cuando dió la primera mordida, lo escupió inmediatamente y luego comenzó a llorar y a pedir agua... No entiendo qué hice mal, si cuando hice mis galletas les dí unos cuantos besitos para ponerle 'amor extra'.😞😖 Lo único bueno de esto, es que después de eso, ya no aceptó las galletas de nadie más, y después de dejar de llorar, me compartió una de las suyas, que por cierto, estaban muy ricas. Es todo por hoy.
—Osamu Dazai, quien perdió la batalla pero no la guerra.😖
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Dos pequeñas cabecitas, una pelirroja y otra castaña, se dejaban ver debajo de la mesa mientras intercambiaban las galletas que habían preparado.
Las de Chuuya, en forma de estrellitas, corazones y círculos, estaban un poco deformes, con chispas de chocolate por doquier y unos cuántos dulces de colores. Las de Dazai, por su parte, tenían forma de dinosaurio y se miraban bastante apetitosas, con chocolate encima y caritas dibujadas.
—Ten, Chuuya. Quiero que seas el primero en probar estás galletas superduper especiales.
El pequeño recibió las galletas emocionado, para inmediatamente llevarse una a la boca... Aunque esa emoción duro muy poco, pues inmediatamente empezó a escupir y llorar por agua, quedando así, con un trauma.
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—Mori, maldición, ¿Qué le dió tu mocoso a mi bebé? –reclamaba una pelirroja bastante enojada a las tres de la mañana.
—Kouyou, querida, te juro por todos los dioses que yo metí únicamente chispas de chocolate y dulces en esa mochila. –suspiró el doctor resignado.
La verdad es que después de la escuela, si bien Chuuya seguía un poco asqueado, no había signos de malestar, pero después de su baño y merienda, un terrible dolor de estómago y constantes quejidos se habían hecho presentes en el bebé.
—Ire inmediatamente a revisar a Chuuya, sólo dale el medicamento y espérame.
La llamada se había cortado y la mujer hizo tal y como le indicaron, esperando pacientemente a su compañero de trabajo.
Luego de la revisión, resultó que el pequeño tenía una leve infección estomacal producto del picante, diamantina y sabrá Dios cuántas cosas más que el pequeño castaño había puesto en sus galletas, por lo cual se quedaría en casa unos cuantos días hasta que mejorara.
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—Ane-shan, –llamó un pequeño de ojos azules ya adormilado– no de enojes con Dazai, dus galletas sabían hodibles pero edan muuuuy bonitas.
Kouyou sabía que el castaño iba a ser un gran dolor de cabeza para ella, aunque no se imaginaba cuánto...
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Este capítulo es chiquitito porque sólo es complemento del anterior. Perdón por mi ausencia, no tengo nada más que mis disculpas jajaja.
