01

31 2 1
                                    

La nieve cae por detrás de la ventana, tan ligera y blanca, ¿Acaso esto es paz?, Claramente lo era, estas fechas eran por supuesto mis favoritas, el otoño es la época más deprimente del año, pero por lo menos puedo estar dentro de mi cuarto viendo películas tristes mientras como una sopa instantánea, pero no sin antes recalcar de que todo eso lo haría en vacaciones, ¿Hacerlo ahora?, ¡Por Dios! No tengo tiempo para mí misma, todo es la escuela, proyectos finales y lo peor examen finales.


Por ahora me encuentro saliendo de mi penúltima clase, diseño, que prácticamente en esa no hago absolutamente nada, pero como es la única clase con mi mejor amiga, la tomo hasta con gusto. En el camino hacia los casilleros con la susodicha de mi acompañante, antes nombrada, Katia, que venía quejándose de la vida.


— Estoy tan aburrida de las clases y los profesores, ya no aguanto más, necesito las vacaciones ya. --  y eso es a lo que me refiero de estar quejándose por absolutamente todo.


— Tenemos que aguantar un poco más Kat, pasaremos este infierno — dije mientras voy abriendo mi casillero.


— Es que son tan estresantes, y nos encargan más de veinte tareas al día. — dice haciendo pucheros.


- Ruedo los ojos — Solo aguanta es nuestro último año.


— Exacto! Es lo único divertido, ya deberíamos de ir buscando nuestros vestidos de graduación — en su voz se nota la emoción — ¿no crees?— me encojo de hombros y saco mis libros, para la siguiente clase que me toca.


— No lo sé, no tengo ganas para andar probando vestidos, aparte no sé siquiera ir. — dije sin restarle importancia.


— Diooos — alargó la "o" — No seas aburrida Olivia, vamos a divertirnos, te vas a divertir, Por favor tienes que ir. — hace pucheros nuevamente.


— No lo sé Kat, tendré que pensarlo, pero no te prometo nada. — la volteé a ver y esta solo me dio una sonrisa de oreja a oreja. — ¿Qué clase te toca? — le pregunté a la rubia de 1.60.


— Química — veo cómo rueda sus ojos — ¿y tú?


— Matemáticas — Mi peor materia, realmente me quedaba dormida en esa clase, y la maestra era una pesada, siempre me escogía a mí para pasar al frente solo para humillarme, ¿Cómo sé eso? Bueno se nota que lo hace adrede, sabe que su materia no es lo mío y nunca lo será, pero me vale — ¿Nos vemos al rato? — la rubia solo asintió y se fue para su dirección, e igual lo hice yo.


Caminaba hacia mi clase, todos a mí al rededor en los pasillos gritaban, y hacían cosas solo para llamar la atención, ¿Por qué hacían eso? Ya se acabó el recreo y ahora parecen changos saltando, cada uno dirigiéndose hacia su clase, pero aun así eran pesados, chicas criticándote porque tus zapatos son de la temporada pasada, chicos peleándose por los pasillos, otras murmurando cosas sobre algún chico, o los chicos viendo a las chicas.


¿Estúpido? Claro, más que estúpido, ridículos.


Por favor alguien tráiganlos de vuelta a la tierra, no todo solo es moda y chicos o chicas.


Pero en fin eso no era lo importante.Después de criticar a todos mis compañeros de mi generación, llegue a mi destino, la clase del infierno. Matemáticas.


Abro la puerta, todas las miradas se posan en mí en un abrir y cerrar de ojos, ¿Por qué siempre hacen eso?, no le di importancia y me dirigí hacia algún asiento que estuviera un poco lejos de todos los demás, siempre solía estar alejada de la gente, más que nada porque me tomaban como rara en esta escuela, y aparte no quería convivir con nadie, que no fuera Katia, ya que Katia y yo somos amigas desde que tengo memoria, nuestras madres eran como hermanas, mejores amigas, y por alguna razón se embarazaron en el mismo año, y de ahí salió una gran amistad.


NOTRE CIEL (Nuestro cielo).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora