Toxic Love (Wigetta)

21. Viernes

Y ahí estaba El Duque, jugando un partido de entrenamiento antes del receso, se suponía que debía estar en clases, pero simplemente no pude, al ver aquel cabello castaño, aquellas piernas, aquel rostro, simplemente algo me dijo "quédate" y así fue.

Me encontraba en las gradas, viendo su entrenamiento, mis ojos lo seguían a dónde sea que corriera, aunque no tuviera el balón en sus pies, yo lo veía a él mientras me preguntaba que es lo que me gustaba de él. Era guapo, tenía un cuerpo llamativo, era atractivo y tenía bonita sonrisa, pero...solo eso, su voz era muy extraña, algo irritante, no era tan alto, era grosero, arrogante, indiferente, antipático, agresivo y extraño, así que ¿Por qué?

Es decir, nada de eso me agradaba de él, ¿Por qué decir o pensar que me gusta?, Me había estrangulado y yo simplemente llegué a la conclusión de que lo quería, ¿Estaba loco?, ¿Me habré vuelto suicida sin darme cuenta?, Ya que ahora ni siquiera dormía bien pues me quedaba viendo el techo mientras reflexionaba todo aquello; pues había pasado una semana desde que me atacó.

Toda la semana paso con naturalidad, él iba por mi en el receso, comíamos juntos y platicábamos, salíamos de la escuela junto a mis amigos y nos íbamos en el mismo transporte solos, él leía y yo escuchaba música, a veces conversábamos de cosas muy triviales y no mencionaba el incidente o cosas similares, actuabamos como si nada de eso hubiera pasado, de alguna forma me molestaba que hiciéramos como si no existiera ese hecho, pero también me aliviaba no tener que pensar en ello todo el día.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el tono de notificación de mi celular, era un mensaje de Alex, sonreí nervioso al ver sus caritas de furia.

— ¿Dónde carajos estás? Estoy solo en la maldita clase porque Frank resultó estar enfermo, además de que estoy demasiado molesto por haber llegado temprano cuando el profesor Luzuriaga iba a faltar, ¿No vas a venir? — todo eso en mensajes de 3 o 5 palabras, me daba gracia como mandaba varios mensajes para querer molestarme y lo único que provocaba era risas. Le contestaba disculpándome con muchas caritas de llanto, creo que era la primera vez que me saltaba una clase desde que entré al bachillerato

— ¿Qué lo hace tan feliz? Ojos asiáticos — escuche que decían provocando que quitara la mirada del teléfono, molesto por el apodo, provocando que levantara la vista para encontrarme con un castaño, sudoroso y con ropa deportiva, bebiendo agua frente a mi, ¿me asuste?, Claro que si, hasta pegue un pequeño brinco

— Samuel, hola je — dije mientras una leve sonrisa nerviosa aparecía en mis labios, él limpiaba su sudor con una toalla mientras se sentaba a un lado mio, podía sentir el calor que emanaba de su cuerpo gracias a la cercanía

— ¿no deberías estar en clase? — directo al grano eh, ¿por qué tenia que hablar siempre tan serio? Pareciera que siempre esta enojado, joder

— ¡Oh! Bueno, la clase se cancelo, así que aproveche para ver como jugabas — escuche un leve suspiro de su parte, había sonreído, pero de una forma burlesca

— No sabes mentir, ¿no te lo había dicho? — me dijo divertido y volvió a tomar agua, todos los demás seguían jugando, quizá habían hecho cambio de jugador — si querías verme jugar en vez de tomar clase, solo dilo, no me molesta o algo así, pero no me gustaría que luego digas que es mi culpa las consecuencias que surjan por ese tipo de decisiones — explico sin dejar de ver el juego de sus compañeros

— Yo nunca haría algo así — conteste rápidamente, ya que no me agrada echarle la culpa a alguien más, al menos no cuando claramente yo provoque todo

— Lo sé Guille — en ese momento su mano fue hasta mi cabeza y suavemente acaricio mi cabello — a veces eres muy cruel contigo mismo — dicho esto se levanto de mi lado y se alejo para dirigirse a la banca con los demás, a pesar de que sus palabras eran un intento de molestarme, yo solo prestaba atención a aquella sensación cálida que su mano había dejado sobre mi cabeza, mientras veía como se alejaba sentía que mi rostro poco a poco tomaba un leve calor y mi corazón latía un poco más fuerte, esto era tan nuevo y aterrador, y al mismo tiempo era tan agradable y emocionante.