Toxic Love (Wigetta)

19. Contacto

- ¡¿Eres idiota o que?! — escuché que alzaba un poco la voz mi mejor amigo mientras yo me tensaban un poco por la intimidación que sentía

Hace rato había llegado a casa junto a su hermano, habíamos comido los cuatro juntos mientras hablábamos de cualquier cosa, yo había usado una sudadera que pudiera cubrir mis marcas y habíamos dejado a nuestros hermanos en la sala viendo la televisión mientras yo vine a mi habitación junto a David para contarle todo.

- Baja la voz, Cristian y Carol podrían escucharte, tranquilizate — le decía a Fargan mientras intentaba tranquilizarlo, ya le había contado todo lo que había pasado con Samuel y un poco de como me sentía al respecto

- Guillermo, ¿Cómo quieres que me tranquilice? — él se encontraba de pie en medio de la habitación y yo permanecía sentado en mi cama — me acabas de decir que ese lunático te...atacó — su tono de voz bajo en la última palabra, él también intentaba no llamar la atención de los menores — ¿acaso no has visto como te dejo el cuello? — no podía enojarme o desanimarme por lo que me decía, podía notar como estaba preocupado, hasta se había asustado cuando le mostré las marcas

- Si, pero no fue a propósito, fue un accidente, no hay porque denunciarlo si él no estaba consciente — explico un poco tenso y mi amigo suelta un gran suspiro mientras se sienta de nuevo frente a mi escritorio

- Vale, digamos que en eso tienes razón, pero joder, ¿por qué seguir en contacto con él? ¿Que tal si vuelve a pasar? — era verdad, no había pensado en ello, un segundo ataque me pondría en peligro, tal vez no tendría oportunidad está vez de escapar de mi muerte

- No creo que vuelva a pasar — dije intentando convencerlo y también convencerme a mí, porque el castaño aquella noche dijo que no me lastimaria y que no había tenido intenciones de hacerlo nunca

- ¿Quien asegura eso? — dijo Fargan a la defensiva

- Nadie, pero últimamente he pensado en algo que me tiene muy confundido — dije mientras observaba a mi amigo, quien me veía intrigado — creo que Samuel me gusta — dije con un tono serio y algo inseguro, el rostro de mi amigo cambio en cuanto termine mi frase, por su expresión, sabía que no podía creer lo que le decía — hoy me dijo que era mejor si nos alejabamos, pero yo simplemente... Sentía miedo y dolor en mi pecho cuando lo escuchaba — explique confundido pues no recordaba muy bien lo que sentía cuando el castaño había hablado conmigo

- Guille, ¿Te estás escuchando? ¿Haz perdido la razón? O ¿Ese tipo te amenazó? — decía mi mejor amigo aún sorprendido y tal vez asustado mientras me veía, fruncí el ceño irritado por lo que me decía

- No me amenazó, ni nada, estoy siendo sincero, además ni siquiera yo estoy seguro si me gusta, solo es algo que he pensado estos días — le explique un poco desanimado, en realidad, ni siquiera yo me entendía, como podía gustarme alguien que me había hecho algo así, es más, después de eso dormí con él en su cama, ¡Por Dios! ¿Que me pasaba?

- Guille... — su tono de voz me había puesto tenso, él también se había puesto serio — ¿Haces esto es por lo que pasó con...Azleen? — al escuchar aquel nombre vi a David mientras mi cuerpo se tensaba y un par de imágenes breves invadían mi cabeza, escuchar aquel nombre me afectaba a pesar de los años

- ¿Que tiene que ver ella? — pregunte nervioso mientras veía a mi mejor amigo preocupado por mi reacción — digo, no entiendo porque esto tendría alguna relación con esa persona, Samuel es algo diferente — mi voz empezaba a temblar y mis manos empezaban a temblar suavemente

- Aún recuerdo cómo te sentías por todo lo que pasó, siento que solo quieres castigarte — decía Fargan ahora con un tono más tranquilo y se acercó a mi mientras movía la silla con ruedas, mi corazón palpitaban rápidamente, intentaba ignorar los recuerdos de aquella persona

- No estoy con Samuel solo por eso, n-ni siquiera lo había pensado, yo...yo... — y sin darme cuenta lágrimas cayeron sobre mi pantalón dejando pequeños círculos gracias a la humedad, sentía que el aire no entraba a mis pulmones y mi pecho dolía

- Tranquilo Guillermo — dijo mientras me tomaba de los hombros y los apretaba suavemente, hace tiempo que no me había sentido de aquella forma, en verdad hacía tiempo desde la última vez que había pensado en ese nombre — lamento haberla mencionado, pero no entiendo que te pasa — dijo David mientras me acercaba un poco de papel, yo aún intentaba recuperar el aire mientras sollozaba con dificultad

- Ya somos dos — dije entre jadeos y ambos reímos levemente ante mi comentario, rápidamente me limpie la nariz y las lágrimas y tomaba aire con tranquilidad, estos ataques eran más cortos, eso era bueno

- No mencionaré nada y no lo acusaré ante la policía, pero te aviso que si algo así vuelve a pasar, ni siquiera voy a preguntar y ese chico irá a prisión, ¿De acuerdo? — su condición me ponía nervioso, no estaba seguro si algo similar pasaría o no, simplemente deseaba que no fuera así

- Está bien — susurré mientras veía como mi mejor amigo suspiraba y empezaba a relajarse, se recargo en la silla y se estiró

- Si te doy sincero, me preguntó que le pasara a ese chico — comento mientras mantenía su mirada en el techo de la habitación

- ¿De que hablas? — pregunte confundido

- Dijiste que toma antidepresivos, ese medicamento ni siquiera se lo han dado a Cristian a pesar de lo que ha pasado — decía pensativo — tu tampoco los haz usado o yo, y vaya que no son cualquier problema los que hemos tenido — decía relajado, ya ni siquiera un tema tabú entre nosotros nuestros problemas psicológicos

- A mí me sirvió la terapia, tú ni siquiera la terminaste y Cristian, ¿Cómo le darás antidepresivos a un puberto que ya ha intentado suicidarse con medicamentos? — dije intentando ser lógico y Fargan seguía pensativo y suspiré — tal vez es huérfano, no vive con sus padres, vive solo en casa de sus "tíos", es antisocial, tiene buenas calificaciones y creo que su economía es algo inestable — en ese momento David volteo a verme, tenía el ceño fruncido y su boca estaba ligeramente inclinada, savia que quería una respuesta a mi comentario — recuerda que te conté que le pago cada semana por sus servicios de novios falsos —

- Demonios, olvidó tu tontería — dijo divertido — ¿Y cuando le dirás qué te gusta? —

- No lo sé, tal vez hasta que esté seguro — una leve risa salió de mi por su pregunta y mi respuesta, además no veía la necesidad de decírselo tan pronto, creo que era mejor esperar un poco mientras lo conocía más

- Ay el amor, ¿Cómo se sentirá? — aquella pregunta me tomo por sorpresa

- ¿Por qué preguntas eso? ¿Y Rebeca? — dije indignado

- ¿Rebeca? Por dios, ¿Piensas que la amaba? Eso solo fue para perder nuestra virginidad — dijo divertido y empezaba a reír suavemente — nunca la ame y ella tampoco me amaba, solo fue un romance de secundaria para explorar, ya sabes — me explicaba aún con leve diversión y algo pícaro

- Joder, de haber sabido no la hubiera soportado tanto tiempo, esa chica me caía mal en serio, para la próxima avísame si amas a tu pareja o no — le dije mientras me recostaba en mi cama, aún con los pies en el suelo

- No entiendo porque te caía mal — dijo Fargan levemente confundido

- No me gustaba que se veía muy provocativa, además su lenguaje era algo ofensivo y apestaba a perfume siempre — empecé a quejarme mientras escuchaba la silla donde estaba mi amigo creando un rechinido gracias a sus movimientos nerviosos.

- Bueno, cosas a las que te acostumbras, digo no puedes juzgarme después de que tú quieres a un chico que te trata como pasivo de bondage — dicho esto lo mire y no pude evitar soltar una carcajada por lo que acababa de decir y mi risa fue callada gracias a que una almohada había caído sobre mi cara, él me la había lanzado

- Lo siento, es que no había pensado en algo así, tienes razón ese asunto pude ser muy sexual si me hubiera excitado — digo divertido

Después de eso platicamos de cualquier cosa hasta que tuvieron que irse, me recordó que debía tener cuidado y de que de recibir otra situación le dijera para llamar a la policía, después de eso espere a la llegada de mis padres y al fin pude dormir, me sentía muy cansado por el miedo a dejar ver mis marcas, ya mañana no estarían, eso sería lo mejor pues era cansado tratar de esconder algo y mientras me acostaba, pensaba en Samuel, no podía evitarlo, sin darme cuenta...

Él era todos mis pensamientos...