No podía haberme engañado...
Él no haría eso.

Si lo hubiera hecho estaría nervioso...y evitaría el contacto visual conmigo...
Justo como lo hacía ahora.

-Mierda.- dije y tuve que alejarme de él y sujetarme de algo para no caer de espaldas.

-¿Preciosa?

-¿Qué fue lo que hiciste?

Cerré los ojos y me logré estabilizar, mi respiración se había agitado y sentía que toda mi seguridad y felicidad se habían ido.

"Él no me ha engañado, seguro algo está mal"
Queria creer eso.

-¿De que hablas?- preguntó.

-¿Qué fue lo que hiciste? Responde.

Sus cejas se fruncieron, caminó hasta mí.

-Yo no hice nada.

No podía estár cerca de él.

Mis pies de dirigieron solos hacia la sala.
"Él no me ha engañado, seguro algo está mal"
"¿Entonces porqué estoy huyendo de él?"

-¿Por qué mi padre te llamó?- dejé salir, aún dando fuertes pasos por la casa.
Él me seguía.

-Quería hablar conmigo.

Llegué hasta la cocina, me apoyé en la mesa.

-¿Así? ¿Y de que hablaron?

Giré para enfretarlo directamente.

Pude ver como se debatía el mismo, sobre que decir o que no decir.

-La verdad.- insistí.- Puedo llamarlo ahora mismo y preguntarle que pasó.

No le gustó la idea.

-No es necesario que hagas eso.

-Respóndeme, entonces.

-_______.

-Ross.

Mientras los segundos en silencio pasaban, mis ideas sobre lo que podía estár pasado aumentaban.
¿Alguna de ellas era cierta?
Yo esperaba que no.

Abrió la boca y la volvió a cerrar.
¿Era tan malo como para no decirmelo?

Tendría que llamar a mi papá.
Necesitaba que alguien me lo dijera.

-¿Qué fue lo que hiciste?- repetí.

-Nada.

-No estás diciendo la verdad.- empezé a irritarme.

-Pero no hice nada.- dijo, y él también empezaba a molestarse.

Cambié el peso al otro pie.
Aquí ibamos de nuevo.
Otra pelea.

Sin pensarlo volví a mi habitación en busca de mi teléfono, ignorando a Ross atrás mío que me decía que me quedara.
Llamaría a mi padre y le diría que me explique que demonios estaba pasando.

¿Si Ross me había engañado, mi padre sería el primero en decirmelo, verdad?

Llegué y lo busqué en el mesa.
Nada.
Moví las sábanas de la cama.
Nada.

Yo recordaba haberlo dejado en la mesa junto a la cama, pero no estaba.
¿Qué?

Busqué en el suelo, y tuve tanto éxito como las veces anteriores.

El Ross apoyado en el marco de la puerta se puso nervioso.

Claro.

-¿Dondé está mi teléfono?

YELLOW (Ross Lynch) (Hot)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن