Capítulo 1.

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- Lorena, no hay más que hablar. - repitió Cris veces en la conversación - Mañana te irás al campamento que te comenté. No vas a quedarte aquí sola, harás amigos. - decía mi madre.

- No me gusta la idea mamá. Es verano y mi plan es estar con mis amigas, tomar el sol y salir de fiesta.

- No. Vas a ir al campamento donde harás nuevos amigos. Comienza a recoger las cosas que debas necesitar para este mes y mañana estarás allí - comentó mi padre al entrar al salón.

Resignada subí a mi habitación y coloqué la maleta encima de la cama. Tras comprobar todo lo que tengo en mi armario decidí por meter varios biquinis, camisas y vaqueros cortos y algo más arreglado acompañado de sus tacones. Preparé por último el neceser con el maquillaje necesario y los productos de primera necesidad.

Tras terminar de organizar la maleta y comprobar la hora que era bajé a la cocina a por algo de cenar y me fui a dormir.

A la mañana siguiente

- Lorena cariño - comentó mi madre dando toques en mi puerta - es hora de levantarte. Recoge las últimas cosas desayuna y te llevaremos al campamento.

- Voy mamá - conteste bostezando.

Me levanté y miré la hora. Un sonido de queja salió de mi boca, son solo las 10 de la mañana, pronto para despertarse en verano.

Como me comentó mi madre, Clara, terminé de preparar todo lo necesario, me vestí com ropa cómoda y bajé todo a la entrada. Desayunar fue la última acción que realicé antes de montarme en el coche.

Tras aproximadamente 30 minutos...

- ¡Lorena! - gritó mi madre para que la escuchara. Tenía los cascos de la música a un gran volumen y me aíslan de todo. Hemos llegado, te acompañamos a la entrada.

Tras hablar con la persona que manda más allí, llamémosla directora, me dirigió a mi habitación. Espero que sean unas niñas de mi estilo.

- Hola, buenos días. ¿Debes de ser Lorena, no?

- Si. - contesté bastante seca.

- Bienvenida al campamento y gracias por elegirnos. Acompáñame, te voy a enseñar tu cabaña.

Tras despedirme de mis padres, cogí la maleta y avancé por aquel lugar. El camino fue bastante largo, deseaba llegar ya a mi habitación.

- Ya hemos llegado - comentó la supervisora abriendo la puerta. - Hay una alta ocupación con lo que, sintiéndolo mucho deberás dormir con un niño.

- ¿Enserio? - repliqué con cara de sorpresa. - Si es necesario duermo en el suelo de otra cabaña pero aún así estoy con niñas.

- Lo siento pero como le he comentado estamos al 100% de ocupación y no hay otra habitación libre. Pensé que lo sabía dado que se lo comenté a sus padres.

Resignada y cabreada deshice la maleta y la coloqué en los pocos cajones de la habitación que mi compañero tiene libre. Terminando de colocar las últimas cosas, el sonido de una puerta abrirse se escucha tras mi cabeza.

- ¿Tú que haces aquí? - pregunta un chico moreno.

- Por desgracia soy tu nueva compañera de habitación. Me llamo Lorena.

- Yo soy Jesús.

Tras saludarme con dos besos, Jesús fue al baño de la habitación. Mientras yo me tumbé en la cama sin saber que hacer.

- Tienes buen culo - comentó Jesús nada más salir del baño. ¿Qué se cree?

- ¿Por qué me miras el culo? - pregunto. - Eres un cerdo enserio. Vaya verano me queda.

Campamento de Verano [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora