Obliviate

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Disclaimer: Desde las profundidades siniestras de nuestra mente, hemos vuelto, con esta pasión prohibida, rompiendo con las parejas establecidas y desafiando los estándares de la sociedad mágica. Claro, los personajes le pertenecen a JK Rowling.

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EL VELO DEL PASADO

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The Darkness Princess & Lady Muerte

"El amor es el olvido del yo." -Henri-Frédéric Amiel.

*º*º*º

Se detuvo frente al muro que escondía la Sala de Menesteres, el corazón le temblaba, sintiendo que el tiempo corría más lento mientras caminaba tres veces frente aquel lugar. Cuando finalmente la puerta apareció y la cruzó, se encontró en medio de aquella habitación llena de tesoros viejos.

Podría andar por aquellos pasillos laberínticos con los ojos cerrados, conocía tan bien el camino de tantas veces que lo había recorrido ya ese año. Entonces, finalmente sus pies se detuvieron; a unos metros de espalda a ella se hallaba el motivo por el que estaba rompiendo las reglas y no sólo hablaba de las del colegio, sino unas que iban más allá, que involucraban a su familia y amigos, pero lo cierto es que no sentía que estuviera actuando de forma errónea, porque seguir a su corazón no podía ser algo malo.

Una sonrisa se deslizó por sus labios, mientras corría el último pedazo, estrellándose contra el chico, mientras sus brazos lo atrapaban en un inesperado pero cálido abrazo.

—Estás aquí —murmuró alegre, respirando el aroma de la loción que despedía su ropa oscura.

—¿Dónde más esperabas que estuviera? —contestó con el clásico arrastrar de palabras con el que solía hablar; disfrutando de la sensación que lo embargaba cada vez que ella estaba cerca.

En esos tiempos oscuros en los que había descubierto que estar marcado por el Señor Oscuro no era nada de lo que había pensado, ni se le había prometido. Sus creencias, su vida, sus anhelos... todo se había rotó sin que él pudiera evitarlo y cuando más perdido se encontraba, ella había aparecido, haciéndole recordar con dolor lo que había visto reflejado en el Espejo de Oesed y que seguramente si ahora se volviera a mirar en él, se encontraría con otra imagen.

—No sé, a veces eres muy misterioso...

No podía desmentir eso, pero había cosas que no podía contarle y era mejor así, ella no necesitaba cubrirse con su oscuridad. Se separó para girarse y poder verla. Ginny estaba a un paso de él, lucía hermosa y bastaba con que avanzara un poco para zambullirse en sus labios rosados.

—Y tú muy curiosa.

Ginevra sonrió encogiéndose de hombros. Observó alrededor, no era el lugar más romántico, pero si el más seguro para verse y por sus calcetines viejos que no podía mantenerse más quieta, necesitaba de su contacto. Por un momento se sintió avergonzada de sus propios deseos; alzó sus ojos de sus zapatos encontrando aquella mirada acerada que la estremecía.

—¿Qué esperas para besarme? —preguntó con un ligero coqueteo, dando el último paso hacia él.

Malfoy dejó que su boca se jalara en una sonrisa ladeada, que atraía a más de una. Elevó su mano acariciando la línea de su barbilla, sin perder un detalle de sus reacciones y mientras ella cerraba los ojos, él se inclinó con un claro propósito. Ginny instintivamente levantó su cara, recibiendo el roce de la boca de Draco.

El velo del pasadoWhere stories live. Discover now