Flor hizo un conjuro no verbal para alejar la niebla del grupo, abriendo un camino que iba directo al lugar donde debían hacer el ritual. Comenzaron a caminar siguiendo el sendero, Flor observó los extraños árboles a ambos lados del camino cuyos troncos brillaban, una flor cayó girando frente a ella, un hada floral. Los árboles eran Faextrait, la cuna de las hadas florales.

Detrás de la venusiana se encontraban Marcus y Park cargando el cuerpo de Thomas; ambos se sentían como si estuvieran en alguna especie de funeral. Marcus deseaba que fuera así, Thomas había muerto, debían dejarlo descansar, él se lo merecía. Lo que no merecía era que las últimas personas que habían estado con él, estuvieran caminando a un lugar sagrado para poder resucitarlo. Y para desgracia del guardián del tiempo eso sucedía.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que no noto cuando llegaron al templo. Era el templo de una diosa, pero no lograba reconocerla, debía pertenecer a una religión distinta a la suya.

—Es el templo de Ukko —Señaló Medianoche al notar la confusión de Marcus.

—La diosa del cielo, el clima, la cosecha y el trueno. —Terminó Flor admirando las columnas al estilo griego y las figuras grabadas en piedra que parecían salir de la pared.

—¿Ukko? —Preguntó Kay observando la escultura de una mujer que sostenía una espada y un rayo—. ¿No era el Dios supremo de...?

Flor lo callo de inmediato.

—Ukko se molestara si escucha que te sigues dirigiendo de esa forma a ella. Recuerda que somos invitados, no debemos cuestionar nada. —Advirtió la venusiana.

—Pongan el cuerpo del elegido en medio de aquel salón —Les indico Medianoche señalando dos grandes puertas—. Yo iré a esperar a las zumbadoras.

Y sin esperar respuesta la tejona se alejó volviendo a su forma animal.

Flor sabía lo que debían hacer, hizo un círculo de velas alrededor del cuerpo de Thomas. Así mismo, colocó cinco copas de oro para formar una estrella. Y por último añadió un círculo de sal, dejando el espacio suficiente para que Medianoche pudiera moverse libremente alrededor del cuerpo.

∆   ∆   ∆

Medianoche esperaba observando las estrellas desde la ventana, sabía que ella y Nethimir estarían en peligro por ayudar a los elegidos, pero debían ayudarlos.

Aún se culpaba por haberse negado a ayudarlos, entonces no tendrían por qué revivir al guardián del tiempo. Se reprochó por haberse dejado asustar por aquella visión.

Una abeja llamó su atención.

—¿Marina? —Preguntó la abeja viendo una pequeña hoja.

—Medianoche.

—Lo que sea, aquí está la miel que pediste. —Respondió señalando a dos avispas que sostenían un pequeño tarro de miel —Recuerda usar una sola gota. Puedes usar dos si intentas revivir a un guardián, dios, demonio, bruja, hermana de cristal, hermano de la soledad, monje, vidente o mago.

—Lo sé

—Sé que lo sabes, linda, pero no me pagarán si no lo digo. —replicó la abeja señalándole a las avispas que dejarán la miel de los dioses en el marco de la ventana. —Firma aquí.

Medianoche movió el hocico y su firma apareció en el papel.

—Tenga una buena noche, madame.

La tejona se cambió a su forma humanoide, tomó el tarro con sumo cuidado para evitar romperlo y después se dirigió al salón principal.

GUARDIANES | LA OSCURIDAD: FASE 1, PLUTONWhere stories live. Discover now