Capitulo 22: Nadie Deja De Ser Sospechoso

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Heaven corrió desesperada hacia ella y la abrazó con todas sus fuerzas por detrás. Naia ni se inmutó, solo siguió meciéndose cual niña.

-Naia... lo siento, ya estoy aquí -le susurraba entre lágrimas mientras acariciaba con delicadeza su cabello.

-¿Heaven? -se separó y la observó por sobre el hombro con una pequeña sonrisa. La oficial de policía tomó nota de eso-. Ya estás aquí... creí que nunca vendrías.

-Sí, ya estoy aquí. Dime, ¿qué sucedió? ¿Y mamá?

Rebuscó con la mirada algún indicio que le dijera que su madre estaba bien, pero Naia solo se encogió de hombros y siguió meciendo sus pies dentro del agua.

-¿Naia? ¿Dónde está nuestra madre?

Ella no respondió.

-Venga conmigo, señorita -la oficial de policía la alejó unos metros de la pelinegra y entre susurros le explicó-. Soy la oficial de policía Agatha Lewis, nos hablaron a altas horas de la madrugada porque escucharon tiroteos dentro de su casa. Llegamos en cuanto supimos y encontramos los cadáveres destrozados de varios miembros de la casa. Me gustaría que reconociera algunos...

La teñida asintió con dificultad y la oficial Lewis comenzó a enseñarles unas fotos de una cámara que traía consigo. En muchas de ellas se veían los cuerpos boca abajo que reconoció de inmediato, sus extremidades sueltas y charcos de sangre a su alrededor.

-Él -señaló Heaven-, era mi primo, Joey. Él era su padre, mi tío y la mujer que se ve a su lado era su esposa -la oficial Lewis siguió pasando las fotos-. Esos dos cuerpos son de mi abuela y su hija, mi tía.

Heaven soltó un gemido de dolor en cada imagen, sosteniendo su boca para no gritar más.

Mentirosa...

Hipócrita...

Sentía como le susurraban a sus costados, por un momento sintió que eran las voces de sus familiares y quiso reír, más se contuvo.

Lewis le dio las condolencias mientras tanto y siguió enseñándole las fotografías. Eran muchas, demasiado sangrientas y repulsivas.

-Esta última, creemos que es el cuerpo de una mujer adulta, pero el rostro fue totalmente desfigurado -el corazón de la pelivioleta dio un brinco al solo imaginarse que fuese su madre, pero aun así contuvo la respiración y observó la fotografía-. Le encontramos un tatuaje en el brazo que tal vez pueda reconocer.

El cuerpo de la mujer se veía con marcas moradas alrededor de las muñecas, cortadas en todo el brazo y orificios en partes del torso. No era su madre. Un suspiro de alivio escapó de su boca, el cual cubrió por un falso gimoteo de pesar en cuanto la oficial le echó el ojo.

-E-era mi tía. No de sangre, pero vivió con nosotros desde que yo tengo memoria...

La oficial Lewis asintió y guardó las fotografías.

-Quiero que me acompañe a la comisaria, creemos que su hermana está en serios problemas -a Naia se la estaban llevando esposada-. Debería de buscar un buen abogado.

Ella comenzó a alejarse con Naia a su lado y Heaven la siguió por detrás.

-E-espere... el otro sobreviviente, ¿Quién fue?

-Su madre, pero hace más de diez minutos se la llevaron en la ambulancia.

Fue lo último que dijo y desapareció en una patrulla con su hermana esposada.

****

Antes de entrar a la sala de interrogación, Heaven se reunió con Erased y Saia para tocar ciertos temas. Y unos eran muy importantes para ella.

El Bosque De Las Almas Perdidas ©️Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz