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TW: blood
Era de madrugada, los golpes hacia el joven Pip no se hicieron de esperar y esta vez es de parte del Grupo de Craig. Casi todos participaban en el bullying a Pip excepto por uno, que se quedaba perplejo por lo que sus amigos y pareja le hacían, ese alguien era Tweek.
Tweek estaba paralizado sin poder hacer algo, cuando los chicos habían terminado, Craig dictó.
-Vámonos, ya terminamos de darle su merecido. - ordenó, mientras que sus amigos, sumisos, le siguieron el paso a excepción de Tweek.
Tweek se quedó viendo como dejaron al otro, sintiendo una pena enorme y angustia. Craig notó que Tweek aún estaba en el mismo lugar.
-Amor, ¿no vienes? - preguntó.
A lo que Tweek le contestó que deseaba quedarse para darle un golpe el también, a lo que el pelinegro, orgulloso, dejó que hiciera su cometido.
Tweek mintió, en realidad iba ayudar a Pip
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Pip sentía su sangre hervir, sentía que lo estaban tratando de un pobre animal que debía ser rescatado por alguien. No quería su pena, no deseaba la angustia y tristeza de alguien pero de todas maneras, a pesar de estar enojado, fingió amabilidad con Tweek ya que su intención era una buena.
-Gracias por preocuparte… - agradeció, mintiendo descaradamente.
-No lo agradezcas, mi novio es un idiota por hacerte esto al igual que sus amigos.. - hablaba mientras sacaba cosas de su mochila, era un botiquín para poder tratar las heridas de Pip.
El recién nombrado se le ocurrió una idea, una idea para hacer sufrir a uno de sus agresores.
-Tweek, ¿podrías venir a mi casa para cenar? - sugirió con una sonrisa dulce.
-heh.. si eso quieres puedo ir.. - aceptó la sugerencia, mientras trataba de que la nariz del ajeno dejara de sangrar.
Pip le dio la dirección de su casa y le dijo que le esperaba ahí, que le hacía feliz traer a alguien en su casa.