Extra 3. 🐝

809 166 22
                                    

Mellea Klinsmann.

—Padre, Zhak debe saberlo por favor pero no sé cómo decírselo.-tapo mi rostro negando estaba desesperada y triste por decirle toda la verdad a él.

—Dile y ya, él deberá entender que nos iremos.-dijo sencillamente.

—Papá...-susurré.

—Cariño si tú no le dices con tiempo, tu tía Ámbar lo dirá en la fiesta así que...-peinó mi cabello con el cepillo-llámalo y dile que quieres hablar con él de algo sumamente importante.

—Bien...-me levanté suspirando-ya vuelvo pa, espérame.

(***)

—Lo siento preciosa... no puedo ir la cafetería esta muy llena y no estamos todos para ayudarnos, perdoname ¿si?, en la noche voy a tu casa déjame pedirle permiso a tu padre para verte.-se oía ruido de fondo y mordí mi labio.

—Esta bien... Zhak, no te preocupes otro día te diré eso importante, no quiero que enfermes por favor descansa, te quiero mucho.-le envié un beso y el rió también mandándome uno.

—Gracias Bella, muack, muack, yo también te quiero mucho.-y colgó enviándome un corazón por whatsaap se lo respondí y cerré la aplicación.

Empecé a llorar reviviendo todo los momentos que pasé junto a él y que tal vez no habrán nuevos, sollozo reprimiendo un grito que terminó ahogado en mis manos al tapar mi boca.

Estaba temblando y mi corazón dolía se me estaba dificultando respirar las paredes me parecían chicas y... sentí como estaba poniéndome fría.

—¡Cariño!-medio oí que gritó papá pero yo ya me estaba sumergiendo en la oscuridad.

La música y el olor a comida llenaba el lugar dándole un aroma familiar a la fiesta de la tía Ámbar yo había quedado enamorada del vestido que la señora Angye me ayudó a buscar para hoy y ni hablemos de ella estaba preciosa con el mismo modelo del mío sólo que en negro era una diosa con el complemento de sus hermosos ojos.

—¿A qué hora sirven la comida, nena?-me preguntó Zhak todos nos habíamos sentado en una sola mesa papá, él, su madre y yo pero nuestros padres no se dirigieron palabra alguna y eso me dolía porqué podía ver cuanto amor se tenían pero sus orgullos podían más.

Yo reí disimulando mi dolor-espera un momento Zhak, no falta mucho para que la sirvan.-le dije arreglando su corbata estaba más guapo que de costumbre.

Bufó viendo las otras mesas con invitados bien vestidos y preciosos trajes victorianos, amé la temática.

Iba a responder pero mí tía subió a una tarima improvisada tomó el micrófono y el reflector la enfocó.

Me tensé y volteé a verlo un miedo nació en mi interior-Zhak... Necesito decirte algo y es muy importante...-quise pararme pero...

—Buenas noches hermosos invitados-Ámbar se sonrojó riendo.-gracias por venir al aniversario de mí esposo y mío-sus ojitos cafés brillaron al nombrarlo al tío Ángelo-también quiero anunciar que mi primo Damián y yo nos iremos del país mañana a primera hora por negocios, esto no sólo es una fiesta de aniversario sino también una de despedida...

El tiempo se congeló cuando el balde de agua fría le cayó encima a Zhak entró en shock y se paró rápidamente haciendo que todos se enfoquen en él y salió corriendo iba a ir atrás de él pero su madre le dijo a papá:

—Espero que ahora estés feliz, dudo que mi hijo vuelva a amar a alguien como lo hizo con Miel.-lo vio con un odio profundo que me asombró.

¿A qué se refería?, no se suponía que... ¿ella lo había alejado porqué nunca lo amó?. No podía quedarme esperando respuestas a mis preguntas que pensé que ya estaban resueltas, ya habrá tiempo para entender todo.

Me levanté pidiendo unas disculpas en voz alta y salí buscando a Zhak entre las mesas, cogí mi vestido con mis manos alzándolo y mis ojos se llenaron de lágrimas al no verlo por ninguna parte abrí y cerré la boca tomando una bocanada de aire y tratando de calmar mi temblor, salí al jardín, me detuve y analicé el lugar era tan bonito con todo tipo de flores... bajo un árbol estaba, cuando me vio se paró rápidamente dando zancadas quedando a unos metros de mí.

—¿¡Cuándo carajos pensabas decírmelo!?, ¿¡cuándo!?-me gritó en la cara y yo quise tocarlo pero se apartó subiéndose las mangas de su camisa blanca.

—No sabía cómo decírtelo...-mis ojos se cristalizaron y di un paso hacía él- por favor... no pienses que no quería decírtelo Zhak, hemos estado muy ocupados con las clases no tenía tiempo de decírtelo.

—Mientes, ¡maldita sea!, ¡mentirosa de mierda!, bien que podías decírmelo cuando nos besabamos a escondidas de los profesores.

Estaba llorando y negué haciendo puños con mis manos luego lo vi-Me has insultado Zhak...-tapé mi boca para no sollozar en voz alta, lo vi y me dolía, me dolía pensar que ya no lo veré jamás.

—Porque lo eres, eres una mentirosa.-me gritó empujándome, casi me caigo-de seguro me lo ibas a decir subida en el avión, vete, vete cuidado retraso tu vuelo Klinsmann.

—Eres un idiota egoísta, al menos déjame explicarte como pasaron las cosas-se detuvo dándome la espalda-yo también pasé noches llorando queriendo que no llegue este día-mi voz se quebró-tu madre le dijo a mi padre que no quería volver a verlo que ella no lo merecía, entonces papá quiso hacerla entrar en razón y ella le dijo que se largue, que ella nunca sintió nada por él en todas estas semanas que estaban saliendo ¿al menos sabías que nuestros padres se veían a escondidas de nosotros?, tu madre lo orilló a irse y yo con él, lloré al imaginar que ya no estaré a tu lado, que ya no haríamos los deberes juntos, ni hablaríamos sobre libros, ni tomaríamos un café en mi casa... mucho menos nos besaríamos, ¡cosa que no hacen los amigos!, la tía Ámbar sólo dijo eso como excusa.

Estábamos llorando cada uno en su propio espacio caí arrodillada y mi vestido se dañó Zhak volteó y me vio sus ojos estaban hinchados al igual que los míos, él quiso acercarse pero abrió sus labios para decir:

—Adiós, Mellea Katrin Klinsmann, te deseo lo mejor en tu nueva vida.-y se fue alejándose de mí.

—Por favor... Zhak, por favor.-me paré rápidamente y se terminó de romper la tela-escúchame, escúchame.

No se detenía.

—¡Zhak, aunque me odies debes saber esto: creo que estoy embarazada, te necesito...!

No sé si escuchó o no pero cuando alcé la vista él ya había pasado el marco de la puerta corriendo que daba a la gran sala.

Y aunque aquel día me rompió el corazón nunca lo odié.

Nota de la yo: Aquí tenemos la versión del final de Zhak y Mellea desde la perspectiva de ella. 😭 ¿Cómo es eso de qué mi niña está embarazada?. 😭

Inmarcesible I & II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora