𝟭𝟮. ❛ TU HERMANO ANDREW. ❜

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Pero tenían que pretender que las cosas estaban bien.

June Mae era la primera que le aseguraba a cualquiera en su camino que su mamá mejoraría, que era demasiado fuerte y que se podría de pie de nuevo. Meredith temía todos los días que la luz de June se extinguiera, al perderla. Sabía de algún modo, que Andrew estaría bien, pero los sentimientos de su hija eran explosivos, ella era una bomba de tiempo, y no quería dejarla nunca. No quería dejar a ninguno.

El doctor, sin embargo, tuvo que entrar a la habitación, para pedirles a los niños y al abuelo en el sofá que tenían que irse.

—Lo siento, niños, su mamá tiene que descansar. Las horas de visita terminaron —les hace saber.

—¿Qué tiene de malo que estemos aquí? Ella está descansando. ¿Verdad que está bien, mamá? —June comienza a alegar.

—Son las reglas, Rebel June —expresa su mamá, casi dormida.

—Pero ella se siente mejor cuando estamos los cuatro juntos —continúa. Todos los días era lo mismo.

—June, mañana tenemos escuela —dice Andrew, levantándose de la cama—. Y Peter ya está dormido.

June le da una patada no muy fuerte a su mellizo, quien se despierta en seguida.

—Vámonos, June Mae —le ordena su abuelo, a quien obedecía.

La niña le da una mirada triste a su mamá. Le da un muy fuerte y largo abrazo, acompañado de un beso en la mejilla. Sus dos hermanos repiten la acción, haciéndole saber que la amaban mucho. June, molesta y triste, caminaba con su abuelo y el par hacía el ascensor, para irse a casa.

Como de costumbre, June Mae mordía las uñas de sus manos.

—June, deja de hacer eso —Andrew aparta la mano de su boca.

—No me digas qué hacer —la niña le responde, molesta, y regresando a su mal hábito.

—Estamos en un hospital, hay muchos gérmenes, tus manos están sucias —le hace saber, repitiendo su acción.

—¿Cuál es tu problema? ¡Tú no mandas! —exclama.

—¡June! Es suficiente —su abuelo la regaña.

—¡No! Él piensa que puede darnos órdenes a mí y a Peter, pero no es así solo porque mamá esté enferma y no esté en casa. ¡Ella estará bien! Va a mejorar, ella es la que está a cargo.

La paciencia de Andy había estado por los suelos los últimos días. Considerar la muerte de su madre, vivir en un mundo sin ella y cuidar a los dos rebeldes de sus hermanos era algo bastante complicado de digerir, sobre todo, comenzando a notar el problema y lo rebeldes que eran ambos. Continuaba procesándolo. Nunca le habían fastidiado la cantidad de problemas en los que se metían, pero ahora, tenía que tener ambos ojos bien abiertos, pues, aunque su madre no estuviera, nunca le quería fallar.

—¡Mamá no va a mejorar! —le grita, justo cuando las puertas del ascensor se abren. Peter y June lo ven del mismo modo.

—¿Es cierto? —Peter mira al hombre, buscando respuestas.

—Andrew... —su abuelo interviene.

—Eso no es cierto, estás mintiendo para molestarme —exclama la pequeña.

—¿Lo entiendes, June? Lo siento, es horrible, pero mamá no va a mejorar y tenemos que hacer lo mejor que podamos para que ella esté feliz incluso cuando alucine, porque ella siempre lo ha hecho por nosotros. Y eso significa que yo estaré a cargo de ustedes.

—¡Cállate! ¡Es mentira!

Ya fuera del ascensor, con una June sumamente explosiva, los golpes y empujones por parte de la castaña comienzan a presentarse para Andrew, quien trataba de detenerla, pero era extrañamente fuerte. El abuelo tuvo que intervenir, al que fue probablemente el peor pleito de Andrew y June, siendo solo unos niños.

HOLY REVIVAL  ✵  STEVE ROGERSWhere stories live. Discover now