Lier Boy [KV] - Omegaverse - ✔

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Estuvo muchas horas descansando, yo estuve viendo si le daba fiebre o algo, quería asegurarme de que estuviera bien. No sé si ese Chanyeol seguía aquí, solo habían pasado unos treinta minutos desde eso.

— Pro-profesorcito — dijo Jungkook intentando sentarse, pero de inmediato puse mi mano en su pecho para evitarlo, debía de reposar, nada de movimientos bruscos

— Descansa — dije viéndolo fijamente, viendo como él solo podia abrir un ojo

— El celular... —

— Lo tengo — dije sacándolo para que lo vea — todo esto pasa porque tomaste fotos, ¿Cómo es que pudiste ser descuidado?, ¿Cómo pudiste tomarme fotos así? — pregunté más que enojado

— Lo siento — dijo intentando sonreír, pero me di cuenta que hasta eso le dolía

— Ya, lo bueno es que ya pasó — dije suspirando — ¿Porqué has dejado que te pegaran? — pregunté pasando mi mano por su mejilla hinchada — eres un tonto — dije viendo a mi alrededor — parece que Jin no vendrá rápido como dijo —

— Quiero irme de aquí... —

— No puedes, estás mal, debes reposar —

— No, me siento muy bien, solo me duele la cara y rodillas, pero puedo perfectamente llegar a casa —

— No irás a ningún lado niño —

— No soy un niño, deja de decirme niño — dijo refunfuñando

— Bien, bien, pequeño adulto — dije riéndome

— Necesito irme... — dijo renegando

— No, debes de quedarte reposando, al menos hasta mañana — dije igual de molesto

— No puedo... profesorcito, mi celo — dijo haciendo que me quedara en blanco

— No inventes... — dije viéndolo fijamente, solo recibiendo un pequeño movimiento de cabeza, un movimiento de afirmación

De inmediato volví a voltear para ver si había alguien cerca, me puse de pie y cerré la puerta de la enfermería y me acerqué a la camilla de Jungkook, junté bien las cortinas a nuestros lados, mientras hacía todo eso podía sentir como el olor de Jungkook poco a poco se hacía más fuerte.

— Eres muy problemático Jungkook, siempre metiéndome en líos — dije mientras me desabotonaba la camisa

— Profesorcito... — dijo Jungkook viéndome fijamente

— Eres odioso, espero que tengas un condón a la mano — dije viendo como él se sonrojó — ¿Qué te pasa? —

— Es un pervertido profesorcito... quién lo diría —