Alas del ángel

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Libremente se desenvuelve este austero corazón, 

creyendo que el mundo dista de ser inalcanzable.

Innegable es aquella fuerza ajena a la razón,

que confía fielmente en un futuro amable.  

Misterioso resulta cuando lo olvidamos, eso de que soñar con las estrellas es vasto... de que parlan y parlan tanto que atribuirles diversos cantos es necesario.  Enceguecido yace nuestro mirar cuando las caricias del viento ni nos inmutan, cuando pensar en el océano a ninguna emoción trasmuta, cuando se estremece la bulla abrupta y a la intimidad del silencio sepulta.

Pesados y lastimeros son nuestros latidos cuando el mundo de elevados cantos enmudece:

 ¿Qué tan brillante es el Sol bajo la pesada carga del orgullo?¿Qué tan sabios son los árboles que a pesar de sus confusas ramas siempre son sensatos? ¿Qué tan temerario yace el cielo por encima de las incesantes tormentas que, sin éxito, buscan alterar la trasparencia de su ser? ¿Qué tan hipócrita yace la Luna, que sin poder interferir en la superficie lo hace, gobernando las mareas del alma?

Nuestra amada libertad es aquella que recuerda el instinto y... que nos jala.  Nos seduce, nos alimenta y nos hace humanos.  La libertad en el oxígeno, en la contracción y la rendición del respirar, en la ubicuidad del pensamiento, en la amplitud del espacio que abraza y abraza y luego deja ir, los reinos insondables cuya emperatriz imagina, la flexibilidad de las palabras, la intensidad indescifrable del deseo, de la tristeza y las miles de batallas que no nos acobardan porque no hay mejor comandante que el amor.  

Estas dosis de libertad salvan vidas enteras porque justifican la grandeza de volar.  De caer.  De soñar.  De existir.  Y si vamos a existir que sea llevados por la voluntad, embriagados del impulso y la pasión, famélicos del mundo, codiciando besos, estrechando abrazos y escuchando solamente la verdad del corazón.  Porque el albedrío es suficiente.  Y a la valentía nunca se subestima.




NO DEPENDO DE TUS LABIOSWhere stories live. Discover now