.

8 1 0
                                    

A veces pienso que me hago cargo de una aflicción que no me corresponde, el intenso dolor luego de una esporádica risa,  la obscura carencia de vista ante todo lo que tengo o la simple necesidad de llamar la atención.  

Debido a que no encuentro su por qué, su dramática lógica, muchas veces me domina y caigo en la irremediable derrota.


Y a veces me siento perdida, perdida en serio, sin lógica, sin rumbo... pero con todo lo que necesito para ser feliz.  

¿Eso es posible? ¿Acaso trato de hallarle el imposible sentido a la paradoja?

Casi nublada por la acepción que se derrama entre las grietas vulnerables de mi futuro, entre el dolor que me justifica así de injustamente inconforme, no pienso en nada más que una forma de superarme.  

Dormir es suficiente para dejar de exigirle respuestas a mi mente. 
Y a veces sueño con lo bonito que sería reconocer que con existir siempre ha sido suficiente. 

NO DEPENDO DE TUS LABIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora